Roger del Águila: “Por alguien que quiero yo puedo ir hasta el infierno”

Maritza Espinoza. -Tu personaje en El buen Pedro es súper intenso, ¿no? Mi preocupación era que no se vea como… ah, un pata que está con una prostituta. Ya, es un tarado. Siempre he creído que las personas a veces están metidas en algo y no saben cómo salir… -¿Y cuáles son sus motivos? Para comenzar, él –no se ve en la película pero se sobreentiende– va continuamente a night clubs, y hay muchos hombres que paran yendo a night clubs y hacen relaciones con prostitutas. -¿Buscan afecto? Por supuesto. Al final, es un pata solitario, atormentado, deprimido, al que no le gusta su trabajo, y busca una salida. Y a veces las salidas las buscas en lugares que no son salidas, como las drogas. -Pregunta de cliché: ¿tú, Róger del Águila, te enamorarías de una prostituta? No lo sé. Hay prostitutas muy bonitas (risas). -¿Has conocido algunas? Por supuesto. Por eso me llamaron para este personaje (risas). Trabajo de campo, que le dicen… -¿Y has descubierto más sobre ese mundo de lo que ya conocías? La verdad es que no te puedo mentir: tengo 38 años y soy soltero. ¡Ya te imaginas! (Risas). En un tiempo iba a night clubs… De hecho, también he rescatado imágenes de esa época. Las prostitutas también son mujeres, tienen sentimientos. Y se enamoran. -Dime más de ese "trabajo" de campo. Yo le dije a Sandro que para el trabajo de campo debíamos ir a un night club, porque uno de su temas era la ambientación de la película. Y los invité a ir, pero Miguel Torres Böll (el asesino, en el film), le pidió permiso a su mujer... ¡y no fue! ¡No hizo su trabajo de campo! (risas) -En Talk Show (su anterior film) hacías un personaje ligero. En la tele también. ¿Cómo armas un personaje tan fuerte? Yo soy bastante ligero, también soy intenso. Las personas no son unidimensionales, ¿no? A veces la gente dice: Éste pata es incapaz de tal cosa, pero no se sabe. A mí me gusta, como actor, como músico, arriesgar, hacer cosas diferentes. Por eso el reto con Sandro (Ventura, el director) fue mostro. -Ya eres su actor fetiche, ¿no? Sí. ¡Ya estoy preocupado! (risas) Por algo será. Cuando hemos conversado, él justamente ve esa vena, el potencial, que el resto de la gente no ve en mí… -Eres músico, actor, guionista. ¿Cómo te definirías si tuvieras que hacerlo? Yo hago cosas. También pinto. En mi casa, escribo cuentos, pensamientos, alguna novela. Hago música… -¿En casa te desvistes de esa cosa más payasesca que es tu imagen pública? Es que también soy así. Mi mamá, por ejemplo, siempre me llama por teléfono –mira que tengo 38 años y me fui a los 24– y me dice: Hijo, ¿qué haces? –Aquí, en mi casa. ¿Con quién? –Solo. ¿Solo? Pero, ¿qué haces solo? –Leyendo, escuchando mi música. Hay personas que no entienden: me gusta estar solo. -¿Y estás pintando seriamente? Ya tengo varios cuadros. Una amiga me dijo que debía exponer. Pero no es serio. Creo que no vendería ni un cuadro, lo regalaría. Ya he regalado uno. Creo que todos mis cuadros los voy a regalar. -¿Y en tu carrera has hecho algo sólo porque pagaban bien? No. Recuerda que me quité de Habacilar en su mejor momento. Mariana Ramírez del Villar, que era mi productora en esa época y ahora también, recuerda por qué me fui. ¡A pasear a mi perro! -¿Y realmente por qué te fuiste? Sentía que había hecho muchas cosas, estaba cansado. Esa cuerda estaba bien tensa. No sirve tensarla tanto, porque se va a romper. Uno llega a ciertas cosas... ¿Ya subió a ese cerro? Bien, ahora hay que subir a ese otro cerro. -La televisión tiene fama de ser un mundo salvaje, competitivo... A mí me gusta eso, que sea salvaje. No creo que haya mucha diferencia entre la vida real y la televisión. -¿Y has hecho amigos allí? Normalmente no tengo muchos amigos. Tengo muchos conocidos… -Otra vez: eres un solitario, ¿no? Me fui de la casa de mi mamá a los 24 años. No me gusta mucho que me estén observando. Pero sí he hecho buenas relaciones. Por ejemplo, con Raúl Romero. Con Maju también. Pero no soy una persona de estar llamando a cada rato. Mi única amiga, cercana, pataza, es Saskia Bernaola, también actriz. Y ex enamorada. -¿Por qué te es difícil hallar pareja? En el caso de las mujeres, ¡la verdad es que me gustan mucho! (risas) Pero es difícil encontrar a una mujer, como digo… Es que mi mamá es realmente extraordinaria. -¡Eres un Edipo! (risas). Mi mamá es increíble. Habla de todo, sabe de todo, hace de todo. A veces, uno quiere encontrar a una mamá en el fondo. -¿Qué estás dispuesto a hacer por amor? Yo puedo ir por alguien que quiero hasta el infierno. Y lo he hecho. He hecho una cosa, por lo menos, que nunca más haría. Lo hice porque quería a alguien. Y ya no era mi enamorada. Yo veo la vida así. LA FICHA Nací en Lima hace 38 años. A los 24 me fui de mi casa, porque mi madre era sobreprotectora. Comencé en la actuación haciendo teatro. Soy claun. He hecho telenovelas. Hago música con mi banda Dos vírgenes. Pinto. Era “Boyer” en los buenos tiempos de Habacilar. Ahora estoy en Dos sapos y una reina. También escribo el guión de una serie. Y mañana se estrena "El buen Pedro”, la película en la que soy protagonista.