Uno de los grupos más afectados por la pandemia de la COVID-19 ha sido el de los recicladores, quienes se han visto perjudicados económicamente, así como en materia de salud, ante las restricciones y el aumento de casos positivos.
Según indicó César Arellano, director de Traperos de Emaús, una de las asociaciones que los reúne, los trabajos de estos trujillanos no ha parado, ello en beneficio del recojo de materiales, como cartón, madera, muebles, ropa, entre otros, los cuales pueden reutilizarse en favor del medioambiente.
El funcionario precisó que en el caso del cartón, son cerca de 60.000 kilogramos que recogen cada mes.
“Un 70% de lo recolectado es destinado a un bazar popular de segunda mano, donde personas de escasos recursos económicos se acercan a adquirirlas a precios cómodos. El otro 30% se destina a acciones humanitarias en zonas en extrema pobreza”, sostuvo Arellano.
Asimismo, indicó que se tiene un taller de soldadura y electricidad, donde se da vida a las cosas recolectadas.