Los continuos problemas en el alcantarillado y agua potable conllevaron a que la Defensoría del Pueblo tome acciones y exija a la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) elaborar un informe técnico del sistema de saneamiento que incluye las redes primarias, redes secundarias y plantas de tratamiento.
En los últimos cinco días, al menos 40.000 usuarios y usuarias del distrito de Lambayeque no contaron con el servicio de agua potable por la rotura de un accesorio de la línea de conducción que traslada el agua potable desde la planta de tratamiento N.º 2 hacia la planta N.º 1 y reservorios.
Ante esta situación, el jefe de la Oficina Defensorial de Lambayeque, Julio Hidalgo Reyes, solicitó un diagnóstico oportuno.
Desde el 12 de julio de 2017, el Organismo Técnico de la Administración de Servicios de Saneamiento (Otass) administra Epsel. Desde ahí, su objetivo fue mejorar los servicios básicos.
En ese contexto, Hidalgo no solo calificó como ineficiente y burocrática la gestión de Otass en la EPS, también pidió a la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) aplicar sanciones.
“No es la primera vez que sucede este tipo de hechos. El caso de Lambayeque demuestra que Epsel brinda un servicio ineficiente y burocrático, lo que se complica en un escenario de pandemia por la COVID- 19. Es por eso que Sunass debe adoptar medidas conforme a sus competencias”, subrayó a La República.
El funcionario señaló que se advierte una gestión lenta y de espaldas a la ciudadanía. “Creo que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) debe evaluar el desempeño de Otass en la empresa prestadora”, enfatizó.
La República intentó comunicarse con el responsable del área de Imagen Institucional de Epsel, César Ayasta, a fin de conocer las apreciaciones de la empresa sobre este tema, pero no respondió la llamada telefónica.