En Cajamarca, existe una escuela que brinda oportunidades a jóvenes de pobreza y extrema pobreza, desde 2017. Aquí reciben capacitaciones en carreras técnicas con fines de recuperación y conservación del patrimonio cultural e histórico de la región.
Hasta el momento, un promedio de 500 alumnos, de entre 16 y 30 años, han sido beneficiados por la Escuela Taller San Antonio, donde se aplica la metodología de “aprender haciendo”.
Son siete especialidades: restauración de elementos arquitectónicos, intervenciones arqueológicas, carpintería en madera, carpintería metálica y forja, construcción civil, jardinería y floricultura, y cocina, según contó Andina. El periodo de dos años en las aulas del Centro de Educación Técnico Productiva (Cetpro) ha permitido mejorar la calidad de vida de las familias.
Las horas prácticas se desarrollan en escenarios que replican la práctica diaria, como en obras de servicio público.
Entre los proyectos en que han participado se encuentra la restauración de la casona Toribio Casanova, el proyecto arqueológico Caxamarca, el de intervención en el Cuarto del Rescate y un monumento de historia y nacimiento del mestizaje.
Asimismo, tienen presencia en trabajos de conservación del medio ambiente: campañas de limpieza, reforestación, etc.
La entidad cuenta con aliados estratégicos como el Ministerio de Cultura, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ministerio Desarrollo e Inclusión Social, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, y la Dirección Regional de Educación Cajamarca.