Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio

Máquina clandestina. La presunta explosión de una máquina estampadora de ropa para uso industrial en el tercer piso del centro comercial El Príncipe, ubicado en el centro histórico de Arequipa. Municipio lo había clausurado pero funcionaba en forma clandestina. Los bomberos demoraron seis horas en controlar siniestro. ,Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio ,Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio ,Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio ,Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio ,Otra vez el infierno de la informalidad provoca incendio ,En junio pasado, dos jóvenes murieron en el incendio del centro comercial Las Malvinas, en Lima. Trabajaban doce horas diarias encerrados con llave en almacenes clandestinos. La misma historia pudo repetirse ayer en Arequipa. Los almacenes clandestinos del centro comercial El Príncipe, ubicado en el número 317 de la calle Perú, no tenían trabajadores encerrados pero se incendiaron. Además de almacenar telas sintéticas y plástico, también funcionaban máquinas para confeccionar ropa de uso industrial. PUEDES VER: Arequipa: Gigantesco incendio frente a mercado San Camilo fue controlado por más de 80 bomberos [VIDEO] El fuego arrasó con todo. Afectó a los comercios vecinos denominados Mi Perú y México Lindo. Además, la estructura de todas las propiedades aledañas quedó seriamente afectada. Las llamas estuvieron vivas durante casi seis horas, desde las 13:45 hrs. El peligro pasó casi a las 9 de la noche. La historia de siempre María Llanos se enteró del siniestro en la avenida Ejército, cuando estaba camino a su puesto. Corrió varias cuadras para salvar su mercadería. "Escuchamos una explosión en el tercer piso de El Príncipe", cuenta otro comerciante. Todo indica que fue una máquina estampadora usada para confeccionar ropa de uso industrial. Una mujer salió pidiendo ayuda y el pánico se apoderó de los comerciantes. El fuego de una llama se convirtió en un infierno debido a la carencia de agua. Los bomberos llegaron 20 minutos después. El hidrante de la esquina de las calles San Camilo con Perú no funcionaba. Mientras se esperaba ayuda, se intentó apagarlo con el agua de los tanques de los hombres de rojo. Pero no fue suficiente. Como medida de prevención, los comerciantes de las galerías vecinas trasladaron su mercadería a la plazoleta del mercado San Camilo. A las tres de la tarde la nube de humo negro, producto de la combustión de telas sintéticas y plástico, cubrió el cielo de Arequipa. Las cisternas de Sedapar y de los municipios más cercanos llegaron una hora después, junto al resto de las seis compañías de bomberos de la ciudad. Atacaron el fuego por cuatro bandos. Por la calle Piérola se apostaron bomberos en una playa de estacionamiento, en San Camilo subieron a dos viviendas de cuatro pisos, en la calle Deán Valdivia a través de un centro comercial aledaño, y por la calle Perú desde la pista. Informalidad a la orden "Definitivamente pudo prevenirse", indica la fiscal de Prevención del Delito Cecilia Cordero. A razón del incendio de junio en Lima, el municipio provincial de Arequipa hizo una serie de operativos para obligar a los centros comerciales a aplicar medidas de prevención de desastres. Varios fueron cerrados y sancionados, pero la ley no se aplica para todos. El almacén de El Príncipe es uno de los 40 comercios del centro de la ciudad que no contaban con licencia de funcionamiento. Raúl Mejía, subgerente de Fiscalización de la comuna provincial, asegura que sí hicieron las inspecciones. "Pero no sabíamos que tenían un almacén oculto". La fiscal Cordero dice que el certificado de Defensa Civil del centro comercial está en proceso de anulación por tener riesgos de seguridad. Incluso fue clausurado, pero los dueños lo reabrieron contraviniendo la ley. Ahora serían sancionados penalmente por peligro común y otros delitos que se determinarán luego de culminadas las investigaciones. Bomberos en penurias A pesar de la colecta realizada en junio, los bomberos siguen con serias limitaciones. Aunque esto no fue impedimento para que realicen su labor. El teniente Rodolfo Alarcón es médico. Ingresó, junto a otros compañeros, a los almacenes siniestrados. A su salida tuvo que ser atendido por los paramédicos de la Cruz Roja. Casi se asfixia porque su tanque de oxígeno se acabó antes de culminar su trabajo. Lo cierto es que todos los tanques estuvieron vacíos a mitad de la jornada. Se notaron deficiencias en las máquinas de los bomberos, como fugas. Las mangueras viejas tenían fugas por todas partes y lo mismo pasó con los cisternas. Otro problema fue la potencia de los hidrantes de las calles. El de la esquina de Deán Valdivia con Perú no tenía potencia suficiente para que el agua llegue hasta el techo donde se atacaba al fuego. El comandante general de los bomberos en Arequipa, Jorge Martínez, resaltó que aún queda mucho que trabajar para mejorar el servicio.