Epifanía a -7°C: ¿Por qué Putin se zambulló en las gélidas aguas del lago Seliguer?

La celebración del Bautismo de Cristo forma parte de la tradición de los cristianos ortodoxos y exige una zambullida que desafía al clima bajo cero. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, formó parte de la liturgia.,Epifanía a -7°C: ¿Por qué Putin se zambulló en las gélidas aguas del lago Seliguer?,Epifanía a -7°C: ¿Por qué Putin se zambulló en las gélidas aguas del lago Seliguer?,Epifanía a -7°C: ¿Por qué Putin se zambulló en las gélidas aguas del lago Seliguer?,¿Qué tradición impulsó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a zambullirse en las aguas heladas del lago Seliguer? La celebración de la Epifanía o el Bautismo de Cristo, una fecha en la que los cristianos ortodoxos rusos se dirigen en multitud a las frías de lagos y ríos para conmemorar el bautizo de Jesús en Jordania. La Epifanía es un rito de gran aceptación en Rusia. Y el baño de sus creyentes constituye el clímax de la liturgia que occidente observa con curiosidad. Durante la noche del 18 al 19 de enero, los rusos acuden a espacios acondicionados en todas partes del país para zambullirse, sin temor, en las aguas heladas de lagos, ríos y estanques. Algunas regiones tenían temperaturas invernales de -40°C. Vladimir Putin también acudió el monasterio de San Nilo para asistir a la liturgia. PUEDES VER: Putin afirma que Rusia no quiere entrar en nueva 'Guerra Fría' con EE. UU. Según la tradición ortodoxa, hay que sumergirse tres veces en el agua, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. "Durante la noche del 18 al 19 de enero fueron oficiadas más de 7.300 liturgias en (los templos de) Rusia, mientras que en los baños masivos por la festividad del Bautismo del Señor participaron cerca de 1,8 millones de personas", señaló a la prensa la portavoz del Ministerio del Interior, Irina Volk. Aguas con propiedades milagrosas, según los rusos La policía estimó este sábado por la mañana que más de 2,4 millones de personas habían participado durante la noche en las celebraciones en todo el país. Pero no se sabía exactamente cuántas personas se bañaron hasta tres veces, siguiendo a la tradición. Las autoridades rompieron el hielo e instalaron en ocasiones escalones de madera para facilitar el acceso a los fieles, deseosos de sumergirse en los río y lagos gélidos para conmemorar el bautizo de Jesús en Jordania. Los creyentes ortodoxos rusos consideran que este día el agua bendita tienen propiedades milagrosas. PUEDES VER: Estados Unidos viviría "pesadilla" tras un pacto entre Rusia y China, según expertos En un parque de Moscú, fieles en traje de baño se santiguaban en el agua temblando de frío, ante la mirada de las fuerzas de seguridad. "Es genial, es la mejor de las tradiciones rusas", declaró a la agencia AFP un habitante moscovita, Ievgueni Goloshchapov, con una toalla al hombro. Si bien la tradición suscita un gran entusiasmo, algunos responsables de la Iglesia ortodoxa rusa señalan que no tiene nada de canónico. "Los ritos exteriores durante las grandes fiestas religiosas tienen tendencia a transformarse en tradiciones nacionales y se olvida el sentido original de la fiesta", declaró el obispo Panteleimon, un eminente obispo de la Iglesia ortodoxa rusa. "Nunca me baño en un agujero en el hielo", declaró al diario Izvestia.