Indyra Oropeza Escritora: “La leucemia me hizo crecer a patadas"

Cuento mi testimonio en mi libro Con L de Leucemia y este domingo 3 de diciembre a las 8.00 p.m. estaré en la sala Antonio Cisneros de la Feria Ricardo Palma compartiendo mi historia.,A su corta edad, Indyra Oropeza ha tenido que madurar a cocachos. A los 17 años se convirtió en madre y a los 20 le detectaron leucemia. Pasó de ser una chica "normal" a una mujer de lucha y perseverancia porque se ha tomado la enfermedad como su "maestra". Ella demuestra que el cáncer es mucho más que la convalecencia en una cama de hospital. Te convertiste en madre muy joven. A los 17 años tuve a mi hija. Soy mamá soltera. Casi me caso pero me salí corriendo (risas). ¿Por qué? El papá de mi hija pidió mi mano y con tanta presión dije "sí", pero no me arrepiento de no haberme casado (risas). Nunca terminas de conocer a las personas. La persona con la que estuve cambió porque cuando salí embarazada fue una y ahora es otra. ¿Cómo tomaste tu embarazo? Estaba en la universidad estudiando medicina. Cuando me enteré casi me muero. Se me vino el mundo encima. Te hace madurar de golpe. ¿Eso fue un sacudón a tu vida? Sí. Me dediqué a mi hija por tres años. Me iba a la universidad –me cambié a derecho– y regresaba a la casa a cuidarla. Hasta que cumplí 20 años (agosto) y mi mamá me dice: "Indyra ya basta. Tienes que hacer tu vida". ¿Le hiciste caso? Sí, me animé a salir pero me diagnosticaron cáncer, leucemia, a los días. ¿Cómo te enteraste? Yo me hice los chequeos desde los 17 años porque mi papá es medio nervioso con los temas de la prevención. En el 2013 no pensaba hacerme ningún chequeo pero mi mamá me obligó a ir. No me dolía nada, pero el cáncer es bien traicionero porque es como que te hace cariño en la espalda pero te va clavando un cuchillo. Supiste del cáncer que tenías… Lo tomé muy tranquila en realidad. Me diagnosticaron leucemia en setiembre y recién en enero del 2014 me deprimí porque estaba de vacaciones en el trabajo y en la universidad. Mis papás estaban destrozados. ¿Te hicieron trasplante de médula? Sí, el año pasado. Mi hermano menor fue compatible conmigo. Dejé la universidad por el trasplante, pero en marzo del 2018 volveré a la universidad (sonríe). ¿Tu hija se dio cuenta de todo este proceso? Sí, porque me veía durmiendo todo el día por las pastillas que tomaba. Me sentía cansada. Cuando tenía cuatro años, me preguntó: "¿Mamá, te vas a morir?". Le dije: "No, porque si no quién te va a fastidiar (risas). Me voy a curar". ¿Cómo llegó la propuesta del libro Con L de Leucemia? Tengo un fanpage con el mismo nombre. Lo abrí en abril de este año para acabar con esos mitos del cáncer. Tengo 38 mil seguidores y jamás imaginé que creciera tan rápido. Es ahí que un editor de la editorial Planeta me escribió y quedamos en reunirnos. Me comentaron de la propuesta y firmé en una el contrato. ¿Qué te ha enseñado el cáncer? La leucemia me hizo crecer a patadas y me hizo más fuerte de lo que imaginé. ¿Cuál fue el momento más triste durante este proceso? Hubo un momento en el que creí que me iba a morir, estaba muy cansada. Eso fue después del trasplante. Vi esas imágenes que muchos hablan, de esas que pasan tu vida en un segundo por tus ojos, pero el llanto de mi hija me despertó.