El calvario de las familias de Tonohaya desplazadas a Pampas de Jahuay

p.p1 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; line-height: 14.0px; font: 12.0px 'Clan Pro'} Realidad. Pobladores huyeron del peligro de su comunidad, que está a punto de desaparecer, a terrenos donde ahora son víctimas de amenazas. Piden ayuda a autoridades.,El calvario de las familias de Tonohaya desplazadas a Pampas de Jahuay, En medio de un desierto, Mauricio y Pedro, dos niños de tres años de edad, corren sin importarles el polvo. Ellos, junto a otros cinco menores, son los hijos de las familias que se han desplazado del poblado de Tonohaya, distrito de Ubinas (provincia Sánchez Cerro), hacia Pampas de Jahuay (Mariscal Nieto). Son en total 165 familias que han huido del riesgo que les significa vivir en su comunidad. Están instalados en un descampado desde hace más de una semana y media. Abandonaron su pueblo porque la tierra donde están asentadas sus viviendas, así como parte de las chacras que cultivan, se están desplazando al barranco. Esta comunidad está a punto de desaparecer por dos problemas. El primero es una falla geológica detectada tiempo atrás, la cual se agravó con las lluvias que cayeron los últimos días. El segundo son las erupciones del volcán Ubinas. Los tremores (temblores) agravan la falla y la ceniza afecta a la población. Rosa Amalia Manchego, una de las agricultoras, nos cuenta que es triste ver cómo su casa se cae de a pocos en Tonohaya. La mayoría de viviendas levantadas en la ladera de la comunidad campesina están con grietas. La mayor expresión del daño causado por la naturaleza en los últimos años se evidencia en las fotos que nos muestran. La única iglesia de la zona tiene rajaduras que cruzan de un extremo a otro. Mientras tanto, parte de la infraestructura del local comunal, construido de abobe y palos, está colgado al abismo. Sin reubicación Los pobladores de Tonohaya han dejado sus tierras por segunda vez. En 2013 ya lo hicieron, cuando las erupciones del Ubinas fueron constantes. En ese entonces se instalaron temporalmente en las zonas de Sacohaya y Pampas de Sancaya. Tras su regreso a Tonohaya, a los afectados se les prometió una nueva reubicación en los terrenos del Proyecto Especial Regional Pasto Grande (PERPG), denominado Pampas de Jahuay. Esta labor iba a estar a cargo del Comité Multisectorial, creado en base a la Ley 28756. Al momento, solo 37 familias de Querapi se han sido instalados en la parte media de Jahuay. Los de Tonohaya no han tenido la misma suerte. El comunero Vladimir Cutipa explica que han venido insistiendo para ser desplazados a Jahuay, pero no se ha avanzado por inacción del comité. Se han realizado hasta marchas, pero tampoco fueron atendidos. El proceso debería ser encabezado por el gobernador Jaime Rodríguez, pero se desentiende del problema. Nuevos problemas Debido a la inacción para reubicarlos, el pasado 8 de febrero los pobladores de Tonohaya decidieron desplazarse por cuenta propia al terreno donde iban a ser instalados. En Jahuay se han encontrado con otros problemas. El polígono de unos 445 hectáreas no está saneado y se encuentra invadidos por integrantes de la asociación Campesinos Sin Tierra y Progresistas. Iván Bedoya, asesor legal del PERPG, asegura que para desalojarlos deberán plantear denuncias por cada persona. Por su parte, Filomeno Mamani, presidente de los comuneros de Tonohaya, contó que tras su llegada a Jahuay, han sufrido amenazas y ataques. Narró que dos días después que llegaron, Gloria Larico (75) murió en extrañas circunstancias. Ella salió en la madrugada a miccionar, pero apareció ahogada en un pozo a unos dos kilómetros de donde están asentados. Sospechan que alguien la asesinó. Parte de los comuneros han regresado a Tonohaya a enterrar a la pobladora y otros se han quedado en el desierto. Están apostados a la intemperie. En una zona adyacente a Nueva Querapi, han levantado cabañas de palos y calaminas. Ahí guarecen pese a la fuerte radiación solar del día y vientos y sensación de frío por las noches. Entre ellos hay niños y ancianos.