Ex pistoleros del Callao cambiaron las balas por el arte y el trabajo

Un llamado a la paz. Miembros de AJU luchan desde hace 5 años contra la violencia. El 2010 concretaron un pacto de paz entre los jirones Loreto y Castilla. Ahora promueven talleres de dibujo y cortes de cabello para generar empleo entre los jóvenes., Cuando no encuentra trabajo como albañil, guardián o mototaxista, Juan Enrique Montejo Laurent (31) vende caramelos en los micros. “Hay que ingeniárselas, hermano, tengo hijos pequeños y no quiero que pasen lo que yo pasé”, dice con un tono confesional, aunque sin mostrar vergüenza. “Nike”, como lo llaman todos desde niño, siempre habla así. Hace unos años, cuando los barrios de Loreto y Castilla se enfrentaban en una guerra sin cuartel por las obras de construcción civil en el Callao, "Nike" andaba armado y delinquía para sobrevivir. Vivía entonces en la cuadra 8 del jirón Loreto, hogar de las bandas "Los Feroces" o "Los Nole". Como muchos de sus vecinos, "Nike" fue recluido en una prisión, pero al salir decidió cambiar el rumbo de su vida. Junto con unos amigos fundó la Asociación de Jóvenes Unificados del Callao (AJU-Callao), que desde hace cinco años promueve actividades culturales y la creación de puestos de trabajo para una población ávida de oportunidades. Domingos familiares De las primeras actividades de AJU-Callao, quizá la más importante fue la organización de los “Domingos familiares”, festivales de música urbana, pintura y gastronomía, a los que acudían vecinos de distintos barrios. Entonces, apoyados por las autoridades, los “asociados” empezaron a promover la unión y a olvidar las viejas rivalidades. "La gente en esos tiempos nos temía o nos odiaba, pero un día empezamos a saludar a las vecinas y a ganarnos su confianza. Cuando ya nos miraban mejor, les propusimos participar de estas actividades. Lo primero que les dijimos fue que podían vender comida para ganar algo de dinero y al toque aceptaron", cuenta "Nike". La idea tuvo tan buena acogida que pronto empezaron a sumarse más personas. De un barrio algo distante como Puerto Nuevo llegó el colectivo Callao Cartel, grupo de artistas callejeros que difunden la cultura hip hop. También llegaron grafiteros de otros distritos y alumnos de Bellas Artes que enseñaban sus técnicas a niños y adolescentes. Rimas por balas Actualmente no se realizan los Domingos familiares, pero la experiencia sirvió para que los chicos que se iniciaban en las pandillas encontraran en la música y el grafiti una manera honrada de ganarse la vida. Grupos locales de rap como Radikal People o Rapper School influyeron de manera positiva en ellos. “También vinieron artistas de Puerto Rico, Colombia y otros países. Raperos, reguetoneros y grafiteros”, recuerda un vecino de la cuadra 8 del jirón Loreto, donde se montaba el escenario. De un momento a otro, los chicos cambiaron las balas por rimas de rap, empezaron a subir a los micros y a contar sus historias de barrio a cambio de unas monedas. En estos días, en los que la Provincia Constitucional se encuentra en emergencia por el alto índice de asesinatos, los miembros de AJU-Callao creen que es preciso el diálogo entre las autoridades y la población, a fin de buscar alternativas para pacificar las calles y evitar que las nuevas generaciones hereden esa violencia. Un llamado a la paz Ellos no olvidan que en 2010 promovieron la firma de un Pacto de Respeto Hacia la Vida entre los barrios de Loreto y Castilla, un tratado de paz con el que limaron asperezas ambos sectores. Lamentablemente, las mafias del narcotráfico que se disputan el control de los terminales portuarios volvieron a instaurar un clima de hostilidad en el Callao. "Si ves las estadísticas, entre el 2011 y 2014, el índice de crímenes disminuyó (en el Callao) y esto fue porque Loreto y Castilla empezamos a trabajar juntos, a caminar en una misma dirección. Pero mientras esto pasaba acá, otros barrios se hacían fuertes, conseguían armas y encontraban un nuevo modo de hacer dinero controlando los terminales portuarios", relata "Nike". Los líderes de AJU-Callao creen que así como lograron la paz entre Loreto y Castilla, también pueden aportar en la actual coyuntura de la Provincia Constitucional. Ellos piden una oportunidad para conversar con las autoridades y plantearles sus proyectos. Enseñando a 'pescar' Aunque el Gobierno Regional dejó de apoyar su causa hace algún tiempo, AJU-Callao no se detiene. Su actual presidente, Joel Requena Tasayco, cuenta que hace un año consiguieron la ayuda de la municipalidad para poder montar una línea de mototaxis en la zona sur, donde los vecinos carecían de medios de transporte. "No había manera de movilizarse desde la avenida Buenos Aires hasta los Barracones. La gente caminaba varias cuadras y muchas veces les robaban. Entonces hablamos con el alcalde y él nos donó diez motos. Así empezamos. Actualmente son cuarenta las que circulan por la zona y los chicos tienen como llevar un pan a su casa", refiere. Requena dice que sus compañeros no esperan que les den las cosas servidas, solo piden oportunidades y herramientas para aprovecharlas. "No necesitamos que nos den el pescado, sino que nos enseñen a pescar. De este modo podemos enseñar también a otros y así ayudarlos a salir del mal camino", asegura. Una lucha incansable A pesar de la falta de apoyo, Requena y los más de cincuenta miembros de AJU-Callao, entre ellos su fundador y ahora asesor “Nike”, se las ingenian para continuar su proyecto de un Callao sin violencia y con jóvenes productivos. Por eso se mueven de un lado a otro pidiendo la ayuda voluntaria de sus vecinos para seguir adelante. Una de esas personas comprometidas con sus ideas es el joven empresario Jhan Carlo Villanueva, dueño del barbershop The King, en la avenida Sáenz Peña. Dentro de su negocio pronto se dictará un taller de barbería a cargo del estilista Hernán Nazario, en el que podrá participar cualquier vecino del Callao. “No solo apoyamos con el local, que es donde se dictará el taller, también prestaremos las herramientas para que los muchachos puedan aprender este arte que está de moda. Las clases comienzan la primera semana de enero”, comenta Villanueva. Actualmente, AJU-Callao también promueve un taller de serigrafía y estampado de polos. Todos los martes y jueves, de 10:00 a 11:30 am, una alumna de la Escuela de Bellas Artes enseña esta técnica a unos veinte jóvenes. "Así ya no tienen que robar, encuentran una manera de hacer negocio", comenta orgulloso Joel Requena. Su pasado los condena y muchas veces son arrestados sin razón A la indiferencia de las autoridades, se suma la fuerte represión policial que se vive en estos días por el estado de emergencia. Muchos de los miembros de AJU-Callao han sido intervenidos e incluso arrestados por sus antecedentes. Ninguno considera que esa sea la mejor manera de frenar el crimen y la violencia. "Nosotros solo queremos mostrar nuestras propuestas, pero no nos dejan. Hace poco pedimos conversar con el general Otoya (jefe de la Región Policial-Callao) y lo que conseguimos fue que nos arresten por supuesta extorsión", denuncia José Seminario, dirigente de AJU-Callao. Estos entusiastas chalacos esperan que pronto alguna autoridad se siente a dialogar con ellos y escuche sus ideas, como ocurrió en el pasado. “Hasta el momento siempre han funcionado todas nuestras propuestas. Espero que este reportaje pueda abrir alguna puerta”, señala “Nike”. Para estas fiestas habían organizado una feria navideña para darles un espacio a los ambulantes del mercado Buenos Aires. “Iban a pagar 300 soles por toda la temporada navideña. Esto iba a permitir despejar las calles y poner orden. Pero una extraña ordenanza municipal dejó que los ambulantes sigan en la vía pública y al final ya no se animaron. Ahora hasta tratan de boicotear la feria”, acusa Joel Requena.