Giro. Fue citado para que ratifique la declaración que dio a Dinincri en el 2009; sin embargo, el indígena afirmó ante el tribunal que no pudo leer el documento que se hizo sin presencia de fiscal ni de abogado. ,Aladino Castillo Padilla tenía 16 años cuando se produjeron los luctuosos hechos en la Curva del Diablo el 5 de junio del año 2009. Al encontrarse en el lugar, la policía lo detuvo y tras interrogarlo elaboró un documento que lleva la huella digital del indígena wampis. Ahí, Aladino Castillo aparece sindicando a líderes que encabezaron el levantamiento en la Curva del Diablo. PUEDES VER: García ofreció disculpas por narcoindultos, pero no pidió perdón por ‘Baguazo’ En la audiencia número 40 del miércoles 24 de febrero, el wampis fue convocado como testigo tardío para que corrobore la declaración que entregó a la Dirincri de Bagua Grande hace casi siete años. Pero resulta que este testigo dio cuenta de cuatro hechos que no se conocían. Ante el tribunal presidido por el magistrado Gonzalo Zabarburú, refirió que en el interrogatorio al que fue sometido, la policía le repetía muchas veces varios nombres. Dijo que le obligaron a poner su huella digital en el documento a fuerza de patadas y puñetes y de golpes con la culata de sus armas. También refirió que en ese momento no hubo presencia de un intérprete y menos de un fiscal ni abogado de su elección. Sin embargo, un fiscal y un abogado de oficio del Ministerio de Justicia aparecen firmando el documento que contiene las declaraciones de Aladino Castillo. “Señor presidente, yo no he leído el documento porque no sabía leer bien y no hablaba bien el castellano; tampoco un intérprete me ha leído. No he visto ningún abogado ni fiscal, no había nadie que llevaba medalla. Entonces no sé cómo aparece la firma de un fiscal y un abogado si ellos no han estado. La policía me repetía nombres y luego escribía, después me obligaron a poner mi huella digital. Me decían asesino, asesino, y que iba a pagar por los policías que habían muerto”, dijo con pesar el indígena wampis. El abogado Juan José Quispe, de IDL, señaló que lo grave de este hecho es que en el supuesto negado de que el fiscal haya estado presente durante la toma de declaración de Castillo Padilla, cómo es que el representante del Ministerio Público no haya cautelado los intereses del detenido, porque al tratarse de un miembro de comunidades indígenas, debió cumplir con buscar un intérprete. “Las declaraciones de Aladino Castillo son fuertes y contundentes. Revelan cómo la policía actuó ese día”, anotó el asesor legal. suspenden acusación Para el miércoles 24 de febrero estaba prevista la acusación oral por parte del fiscal superior José Espichán Gadea. Esta etapa del proceso no se pudo cumplir debido a que no acudieron a la Sala Penal de Bagua 11 de los 52 acusados por los sucesos que provocaron la muerte de doce policías. Ante este hecho, el juez Gonzalo Zabarburú suspendió la audiencia hasta el próximo 7 de marzo, día en que deberán estar los 52 acusados. El tribunal determinó mandato de apercibimiento para quienes no acudan a la siguiente audiencia. Esto significa que el acusado que falte será declarado reo contumaz y ordenarán su captura, independientemente de que se varíe la orden de comparecencia por la de detención. Incluso podrían ser recluidos en el penal San Humberto, de Bagua Grande. A los 52 procesados se les imputa delitos como lesiones graves, entorpecimiento al funcionamiento de servicios públicos, motín, disturbios, fabricación y tenencia ilegal de armas, así como arrebato de armamento de uso oficial y daños agravados.❧ Las penas que afronta Santiago Manuin Entre los 11 procesados que no se presentaron a la audiencia señalada para la acusación oral del fiscal José Espichán está el líder awajún Santiago Manuin. El indígena, que en 1994 recibió el premio Reina Sofía por defender la Amazonía y los derechos humanos, acaba de sufrir la amputación de su pie derecho debido a la diabetes que ha desarrollado. El 5 de junio, en momentos del desalojo policial en la Curva del Diablo, Manuin salió con las manos en alto a pedir paz. Una ráfaga de balas afectó sus órganos vitales y ocasionó la pérdida de una parte de sus intestinos. Desde entonces, su salud se quebrantó. El fiscal ha solicitado para él la pena de cadena perpetua. Su abogado presentó al juez el certificado médico que justifica su ausencia en la 50ª audiencia del proceso judicial.