Los Cantores del Alba

La colaboración eficaz de Luyo es una gran noticia.,La detención de los mandos intermedios vinculados a los sobornos otorgados por Odebrecht y otras constructoras brasileñas, para facilitar sus proyectos en el Perú, constituye una magnífica noticia para la gran oportunidad que Lava Jato ofrece para el fortalecimiento indispensable de la lucha anticorrupción en el país. Eso debe ocurrir cuando se capture al hoy prófugo ex viceministro de Comunicaciones Jorge Cuba, y con el ya detenido ex presidente del comité de licitación de la línea 1 del metro de Lima, Edwin Luyo Barrientos, quien desde el viernes por la noche ya está en manos de la justicia. “Es un hecho político y mediático. Todos saben que la pita se rompe por el lado más débil”, dijo Luyo en el contexto de su admisión de los sobornos que recibió de Odebrecht, algo que ya está corroborado en el acuerdo preliminar firmado por esta empresa con el Ministerio Público. Pero lo más importante es la voluntad expresada por Luyo de someterse a una esquema de colaboración eficaz, con el fin de que diga todo lo que sabe a cambio de algún tipo de trato preferencial que ayude a dar con los peces gordos de toda esta podredumbre. Los más gordos. “Voy a estar acá para enfrentar esos hechos con el único objetivo de que se sepa la verdad a fondo”, dijo Luyo, una afirmación que suena a música celestial para los que apuestan a que la lucha anticorrupción debe ser a fondo, sin importar sus consecuencias políticas, caiga quien caiga. Porque, para decirlo de un modo claro y directo, Luyo y todos los mandos intermedios deben servir a la causa mayor de identificar para quiénes era, finalmente, la plata que cobraban para que se hagan las obras en las condiciones dispuestas por los constructores privados. Porque, la verdad, es imposible pensar que se sobornaba solo a funcionarios de rango medio del gobierno del ex presidente Alan García. Lo más probable es que ese dinero era cobrado por gente como Cuba y Luyo para otros de mayor rango, o que esos otros también cobraban una plata. Y debe saberse todo no solo del gobierno aprista sino de todos los gobiernos de las últimas cuatro décadas, en el marco de procesos rigurosos e imparciales, lo cual obliga a sacar de las investigaciones a los políticos de esa casa de enjuagues y de intereses subalternos que es el Congreso de la República. Así que, fierro a fondo, y que canten los Luyos y los Cubas de todos los gobiernos. Caiga quien caiga y que los responsables vayan a hacerle compañía a Alberto Fujimori en la Diroes.