El pederasta Luis Figari

Ojalá que sus graves crímenes no sigan impunes.,Como para que no queden dudas de que el Ministerio Público atraviesa por una crisis profunda, o de que algunos sectores conservadores de la iglesia ejercen una influencia indebida en el sistema de justicia, o ambas cosas a la vez, esta semana una fiscal tuvo la desgraciada decisión de archivar las denuncias por violencia sexual contra el fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari. María del Pilar Peralta Ramírez se llama la fiscal que lo decidió con argumentos tan débiles como que ningún afectado se acercó a denunciar los abusos de Figari.El Sodalicio negó por mucho tiempo que sus fundadores cometieran un conjunto sistemático de abusos sexuales, físicos y psicológicos contra menores que se acercaban a pedir ayuda, pero, en octubre del año 2015, el libro Mitad monjes, mitad soldados, de Pedro Salinas y Paola Ugaz, fue una bomba que demolió las mentiras.Aunque lo siguieron negando, la fuerza de los testimonios incluidos en la valiente y valiosa investigación de Salinas y Ugaz fue de tal magnitud que obligó al Sodalicio a formar una comisión de personas independientes de la organización para investigar las denuncias. Y, casi simultáneamente, el Ministerio Público abrió una investigación de oficio.Pero mientras la comisión independiente confirmó los hallazgos terribles consignados en Mitad monjes, mitad soldados, y la actual dirigencia del Sodalicio reconoció los abusos y anunció un resarcimiento, la fiscalía peruana concluyó por archivar la investigación, lo que implica enjugar los gravísimos delitos cometidos por Luis Fernando Figari contra menores de edad, mientras que, la verdad, el Vaticano le da vueltas al tema pero sin tomar –como debiera corresponder– decisiones drásticas.El abogado de los cinco ex integrantes del Sodalicio que han denunciado a esta organización, José Ugaz, sostiene que esta investigación aún no ha terminado, y que todavía quedan maneras de continuarlo.Asimismo, la Conferencia Episcopal Peruana difundió ayer un valioso comunicado en el que señala que espera “una pronta respuesta del fuero eclesiástico” y que coincide “con todos aquellos que quieren conocer la verdad sobre las acusaciones contra algunos miembros del Sodalicio de Vida Cristiana. Nos solidarizamos con las víctimas y esperamos una adecuada reparación”.Ojalá que, finalmente, sea así, pero ojalá, también, que todos los sectores de la iglesia católica estuvieran alineados con el planteamiento de la Conferencia Episcopal.