La Mar: agricultores luchan por cultivar su café y cacao

Economía rural. Reclaman apoyo del gobierno y de Agrobanco. Sueñan con planta procesadora de madera., Hasta hace unos años, la población de La Mar en Ayacucho vivía solo del cultivo de la hoja de coca y del dinero que el narcotráfico pagaba por ella. No obstante, cuando conocieron el plan de conversión de cultivos, muchas familias de la zona dejaron la hoja de coca por otros cultivos como el cacao y el café que, aunque son menos rentables en el mediano plazo, les permiten vivir dignamente y lejos de todos los vicios que crecen junto a la droga. PUEDES VER: Volkswagen debe revelar solución a los motores trucados antes del 24 de marzo Ángel Domínguez Cucho, presidente de la Asociación Forestal Ecologistas de la Cuenca Samugari en el Vraem, indica que el 15% de las familias de esta zona ya decidieron dejar en el olvido la hoja de coca y cultivar café, que en esta zona ha encontrado terreno propicio. Domínguez recuerda que hace solo algunos años el café Samugari se coronó como el mejor a nivel nacional y añade que para poder mantener este nivel de excelencia se requiere implementar programas de agroforestería, para lo cual los agricultores requieren de mayores créditos del Agrobanco. Agrega que el embate de la plaga de la roya amarilla del café mermó en 85% la producción de la campaña pasada y estima que recién en la próxima campaña habría recuperación. Además del café, las familias de este valle en la sierra del país producen cacao. “Lo que hacemos es buscar nuevas alternativas para poder mantener a nuestras familias, es difícil porque aún un 85% de las personas se dedican a la coca, por eso es que necesitamos que el Gobierno nos brinde apoyo”, sostiene. Pero mientras esto pasa, la población de La Mar no se queda con las manos cruzadas, busca nuevos mercados para su café y sueña con tener su propia planta para procesar madera. “Sabemos que en el Perú el 80% de la madera que se comercializa se importa y creemos que si le damos un valor agregado a nuestra madera, que es de buena calidad, la podemos vender en el mercado local”, declara visiblemente ilusionado. Aunque sabe que el camino es largo, que por ahora solo cuentan con la materia prima, que deben capacitarse y entablar lazos comerciales, para lo cual esperan también el apoyo del Gobierno, pero él dice que con o sin este avanzarán para lograr su sueño. Los pobladores de La Mar saben que tienen que buscar nuevos motores, un mejor futuro.