COVID-19 generó el mayor retroceso para la igualdad de género en décadas

Sofia Sprechmann, secretaria general de CARE Internacional, se pronunció sobre las desigualdades que afectan a las mujeres a partir de la expansión de la COVID-19 en un evento junto al Banco Mundial que ha calificado como ‘‘sombrío y esperanzador'‘.

Esto, a raíz del impacto económico negativo que ha tenido la pandemia especialmente sobre las mujeres empresarias. Si se estimaba que la brecha salarial, antes de la crisis sanitaria, tardaría 257 años, según el Foro Económico Mundial; actualmente esta separación podría haberse ampliado.

‘‘Esta pandemia está teniendo un profundo impacto en las mujeres y está tirando décadas de batallas duramente ganadas tanto en términos de igualdad de género como de derechos económicos de las mujeres'‘, señaló Sofia Sprechmann durante el evento.

Las desigualdades se intensifican debido a las medidas de aislamiento social tomadas en los diferentes países a causa de la COVID-19, que han provocado que las mujeres aumenten considerablemente la carga tareas de cuidado no remuneradas, el riesgo de quedar aisladas junto a agresores o potenciales agresores, así como el mayor cierre de trabajos femeninos por parte del Banco Mundial, según indica Sprechmann.

‘‘Las mujeres también tienen más probabilidades de tener trabajos informales y mal pagados, y millones han perdido sus medios de vida de la noche a la mañana. Solo en América Latina, hay alrededor de 19 millones de trabajadoras domésticas, 80% sin contratos, que han sido despedidas con muy poca protección legal y social'‘, agregó.

En ese sentido, la organización considera que las mujeres representan la oportunidad para el crecimiento económico tras la crisis.

En un artículo escrito para el Foro Económico Mundial, Spechmann indicó: ‘‘Es por eso que mi corazón se está rompiendo y, a medida que continuamos enfrentando una recesión financiera global, el tuyo también debería estarlo'‘.

Para hacer frente a la situación, propone un escenario de potencial donde las mujeres puedan desempeñar un rol en el mercado laboral en iguales condiciones a los hombres, algo que podría agregar hasta 28 billones de dólares al PBI anual global para 2025.