EE. UU. prohibirá la venta de vehículos que utilicen software o hardware chino conectado a Internet en 2027

El país norteamericano ha tenido una amplia rivalidad hasta la actualidad con la potencia asiática debido a factores geopolíticos, empresariales, comerciales y navales. Ambas naciones intentan liderar constantemente el mercado internacional para enmarcar la hegemonía de su poderío estratégico a nivel global. En ese sentido, Estados Unidos prohibirá la venta de vehículos que utilicen software o hardware chino conectado a Internet en el año 2027.

La integración de software y hardware chino en automóviles se ha vuelto cada vez más común en la industria automotriz a nivel global. Ello se debe a diversos factores, como la creciente sofisticación de la tecnología china, los costos competitivos y la amplia gama de componentes que ofrecen, entre otros. Esta industria tecnológica asiática ha logrado producir componentes de alta calidad a precios más bajos en comparación con distintas regiones.

¿Por qué EE. UU. prohibirá la venta de vehículos que utilicen software o hardware chino?

Estados Unidos prohibirá la venta de vehículos que utilicen software o hardware chino en 2027, ya que un grupo de parlamentarios alertaron que los fabricantes chinos estarían recopilando datos confidenciales mientras prueban su tecnología de vehículos autónomos en el gigante americano. Joe Biden, presidente de EE. UU. , intentará prohibir la venta de cualquier vehículo chino que funcione con maquinaria asiática. Hasta el momento, se aperturó abre un periodo de 30 días para presentar las posibles reclamaciones antes de la redacción de la información en cuestión.

Este reglamento entrará en vigor en 2027 en lo relativo al software y en enero de 2029 o 2030 en lo referente al hardware. Además, también se intentarían boicotear a las empresas rusas con la aplicación de esta misma norma. "Con potencialmente millones de vehículos en la carretera, cada uno con una vida útil de 10 a 15 años, el riesgo de interrupciones y sabotaje aumenta drásticamente", remarcó Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Según información proporcionada por el medio Reuters, esta prohibición afectaría a todo el software y hardware producido en el gigante chino, aunque el fabricante sea occidental. Incluso, los propios fabricantes habrían pedido algo de tiempo a la Administración norteamericano para poder adaptarse a las nuevas normativas.

Estas son las 5 claves para comprender por qué Estados Unidos prohibirá los vehículos con tecnología china

La decisión de la potencia estadounidense de prohibir la venta de vehículos que utilicen software o hardware chino conectado a Internet es un tema complejo con numerosas implicaciones. A continuación, te detallamos las 5 claves para comprender por qué Estados Unidos prohibirá los vehículos con tecnología china.

• Seguridad Nacional: una de las principales preocupaciones es la posibilidad de que el software o hardware de procedencia china pueda contener puertas traseras o vulnerabilidades que permitan a actores extranjeros acceder a datos sensibles del vehículo, como la ubicación, los hábitos de conducción o información personal de los usuarios.
• Dependencia tecnológica: el gigante norteamericano busca reducir su dependencia tecnológica de China, principalmente en sectores estratégicos como el automotriz.
• Protección de la Propiedad Intelectual: existe la preocupación de que las empresas asiáticas puedan utilizar los componentes y software que venden a Estados Unidos a fin de obtener acceso a tecnología estadounidense y utilizarla para desarrollar sus propios productos.
• Guerra Comercial: esta medida engloba la disputa comercial más amplia entre el gigante americano y chino, el cual se han intensificado por la imposición de aranceles y restricciones comerciales. La prohibición puede ser utilizada como una herramienta de negociación para obtener concesiones de los asiáticos en distintos temas, como los derechos de propiedad intelectual o el acceso al mercado chino.
• Implicaciones económicas: la prohibición podría generar un impacto significativo en la industria automotriz estadounidense, ya que múltiples empresas dependen de componentes y software chinos para fabricar sus automóviles. La búsqueda de alternativas a los componentes chinos podría incrementar significativamente los costos de producción y, en última instancia, los precios de los vehículos para los consumidores.