Shailene Woodley: desafío en altamar

A la deriva. Actriz protagoniza filme de supervivencia basado en un hecho real. Película entra en cartelera el 9 de agosto.,La joven actriz Shailene Woodley, quien ganó reconocimiento y una nominación a los Globos de Oro por su rol en la exitosa película Los descendientes y tuvo el protagónico en Divergente, vuelve a la pantalla grande con el filme A la deriva, un drama de supervivencia inspirado en un hecho real. Woodley interpreta a Tami Oldham, una estadounidense que, después de un terrible huracán, se encuentra varada en un yate dañado en el océano Pacífico durante 41 días. PUEDES VER Lanzan emotivo video previo al capitulo final de "Luis Miguel, la serie" Shailene afrontó un gran desafío, tanto físico como emocional, durante el rodaje que se llevó a cabo mar adentro, a kilómetros de Fiyi. En una entrevista, la actriz contó lo que significó encarnar a la verdadera Tami Oldham. “Hacer esta película amplió y profundizó mi amor por la naturaleza. Todo navegante, ya sea que dependa de la tecnología o de la navegación astronómica, debe estar consciente de los elementos, debe prestar atención al cambio de viento, la forma en que la luna impacta en la marea, todo está conectado”, dijo. “Creo que Tami y yo compartimos el espíritu vagabundo. Tami es curiosa acerca del mundo que la rodea y desea conocer nuevas culturas desde una perspectiva local. Me identifico con su espíritu aventurero. Cuando estoy en un lugar por mucho tiempo empiezo a inquietarme. Ella es muy parecida a mí”, agregó. La actriz, además, comentó cómo se preparó para el personaje. “No podíamos comer mucho. Sam Clafin (que interpreta al novio de Tami, Richard Sharp) y yo estábamos físicamente activos y entrenamos un poco antes de comenzar a filmar. En mi caso, tenía que desarrollar fuerza en la parte superior del cuerpo, porque el navegar requiere mucho de eso. Debido a que ellos estuvieron atrapados en el mar durante tanto tiempo, tuvimos que bajar de peso en forma gradual para que coincidiera con la historia. Yo estuve un mes sin cenar y dos semanas comiendo básicamente una lata de salmón, dos yemas de huevo y un poco de brócoli al vapor”. Sobre el rodaje en altamar, Shailene confesó que le afectó más de lo que imaginó. “Crecí entre barcos, así que me decía a mí misma: ‘lo llevo en la sangre’, pero el primer día en el mar me mareé, y también todos los demás excepto Balt (Kormákur), nuestro director... El primer día fue terrible, pero nos forzó a adaptarnos. Nos dieron bandas de acupuntura para nuestras muñecas y pastillas de jengibre para el mareo”.