Weinstein niega abusos en el rodaje de Frida

reaparece. El productor minimizó las acusaciones de Salma Hayek. Sin embargo, Rose McGowan le recuerda en un libro la violación que sufrió. ,El más cuestionado productor de Hollywood, Harvey Weinstein, ha dado disculpas a medias y ha negado una vez más que haya ejercido la violencia dentro y fuera de los sets de grabación. Sin embargo, el testimonio de la actriz Rose McGowan (de la serie ‘Charmed’) en su libro Brave fue contundente. “Me sentí muy sucia. Me habían violado y estaba triste hasta en lo más profundo de mi ser. Me quedé pensando en cómo había estado sentado detrás de mí en el cine la noche antes de que sucediera (la violación). Eso hizo, no como que fuera mi responsabilidad exactamente, pero como si hubiera tenido algo que ver en tentarle. Eso me hizo sentirme incluso más enferma y sucia”, cuenta sobre lo que sucedió en el Festival de Sundance hace dos décadas. En el mismo texto, añade lo que le dijo Ben Affleck cuando le contó lo sucedido. “Maldita sea, le dije que parara de hacer eso”.En ese entonces, la actriz llegó a un acuerdo extrajudicial de 100 mil dólares. Ello le impedía denunciar a Harvey Weinstein pero no le impedía contar lo sucedido.¿Se disculpa? Luego de que Salma Hayek dijera a Oprah Winfrey que el productor amenazó con “romperle las rodillas” mientras grababan la película Frida, Harvey Weinstein envió un comunicado en el que describe el rodaje como complejo y se justifica. “El rodaje no fue sencillo, el señor Weinstein se disculpa por la forma en que abordó la situación pero no recuerda haberle dicho algo tan terrible. Como sucede en cualquier proceso de colaboración, en Frida hubo ciertas diferencias creativas y, en todo caso, estas ayudaron a perfeccionar el proyecto. Espera que todos los involucrados puedan al menos estar de acuerdo en que la película acabó siendo maravillosa”, se lee.La ‘maravilla’ de la que habla el productor incluye una escena erótica que, según Hayek, la hizo bajo la amenaza de que “la película se acababa” si no seguía las órdenes. Pero el comunicado también llega un día después de conocerse el suicidio de la productora Jill Messick, que trabajó con él en Frida y que fue mánager de McGowan. En el libro Brave, la actriz la cita y narra que cuando le contó lo sucedido, la productora le habría dicho que a largo plazo eso “le ayudaría a avanzar su carrera”. En ese sentido, la familia de Messick comentó que las acusaciones eran difamatorias y que, al contrario, ella estaba a favor de movimientos como Time’s Up (contra el acoso y el abuso). “Era leal. Era fuerte. Ella era muchas cosas, pero no era una mentirosa”. Además, acusaron a la prensa estadounidense. “Jill fue una víctima de nuestra nueva cultura de compartir información sin límites”. Hayek también se refirió a ella. “Navegó en el ambiente frustrante y hostil de Miramax. Fue mi aliada y amiga”. ❧