Hasta fines del 2019, las elecciones internas solo eran procesos electorales realizados al interior de los partidos políticos para dar la venia a una lista presidencial y congresal sin la participación obligatoria de los organismos electorales. Supuestamente, estos comicios tenían la participación de todos los militantes de una agrupación o de los delegados electos por las bases. Al final, en la mayoría de casos, las fórmulas eran definidas por las cúpulas partidarias.
La reforma política revirtió dicha situación para que sea la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) la que se encargue de las elecciones internas de las organizaciones políticas. Así, las mesas de sufragio, la asistencia técnica y el conteo de votos sería responsabilidad de esta institución electoral.
Y ayer, por eso, fue la primera vez en la historia en que las organizaciones políticas celebraron sus comicios internos organizados por la ONPE y ya no por los comités electorales de los partidos. Fueron 24 agrupaciones: siete se rigieron al mecanismo de elección de un militante, un voto, y las demás con la asamblea de delegados.
Solo tres partidos contaban con una real competencia interna: Acción Popular (AP), Partido Aprista Peruano (Apra) y el Partido Morado. El partido de la lampa, como se sabe, tuvo de contendores por la presidencia a los excongresistas Edmundo del Águila, Yonhy Lescano y el exprecandidato a la alcaldía de Lima Luis Enrique Gálvez.
El Apra, a la exministra Nidia Vílchez y sus compañeros Juan Sánchez Montes y Rafael Zevallos. Mientras que con los morados la disputa era entre Julio Guzmán, Carolina Lizárraga y Alejandro San Martín.
Lescano votó en el Colegio Los Próceres, de Surco, en Lima. En declaraciones a la prensa continuó marcando distancia de la bancada de AP por haber respaldado la asunción de Manuel Merino a Palacio. Su rival Del Águila, en cambio, apeló a un discurso conservador luego de sufragar en el Colegio 1140 Aurelio Miró-Quesada.
“Yo respaldo a mi partido. El tiempo va a ayudar a solucionar ello. La historia te permite recoger cosas positivas”, respondió, cuando le preguntaron sobre el desempeño de los congresistas acciopopulistas.
Vílchez, por su parte, saludó que haya competencia interna en su agrupación. A las 3 de la tarde, la precandidata aprista asistió a votar a un colegio en Surco y luego saludó la organización de la ONPE. “Creo que es buena y puede mejorar. Es importante que los partidos hagamos democracia.
Somos tres los únicos que tenemos más de un precandidato. Y eso dice mucho del Apra”, refirió. En las demás 21 agrupaciones, la elección interna básicamente es un trámite para ratificar una lista única liderada por el fundador del partido o un afiliado que se suscribió contra el reloj.
Con Guzmán, en tanto, la prensa priorizó consultarle sobre la situación de su plataforma electoral. El presidente Francisco Sagasti formalmente, pese a que ha renunciado a participar, continúa integrando la plancha presidencial del líder del Partido Morado.
“Existe un cronograma electoral establecido por las autoridades y eso se debe respetar. A partir de mañana serán las autoridades quienes definan. Yo tengo la confianza de que todo llegue a una normalidad”, manifestó.
El líder morado dejó entrever que será el Jurado Nacional de Elecciones quien precise cómo se procederá con el caso de Sagasti. Si se acepta la renuncia, la plancha de Guzmán solo estaría integrada por él y la exministra Flor Pablo. Aún es incierto si cabe la posibilidad de que se permita el ingreso de alguien más para sustituir a Sagasti.
Piero Corvetto, jefe de la ONPE, había prometido que ningún peruano y peruana iba a dormir sin conocer los resultados de las elecciones internas. Al cierre de esta nota, los personeros del Partido Morado y el Apra anunciaron que Guzmán y Vílchez resultaron victoriosos en las internas: serían los candidatos presidenciales. En AP Lescano fue anunciado como ganador.
Los demás partidos tenían lista única. Juntos por el Perú (JP), Frente Amplio (FA), Somos Perú (SP) y el Partido Nacionalista (PN) apelaron al mecanismo de un militante, un voto, y tenían lista única. Es decir, sus comicios internos solo fueron para ratificar postulaciones. Y las en las otras 17 organizaciones recurrieron al sistema de asamblea de delegados.
En los partidos de izquierda, JP y Frente Amplio, era inminente que iban a salir victoriosos la plancha de Verónika Mendoza y Marco Arana. La precandidatura de la excongresista nacionalista fue parte del acuerdo político entre el partido fundado por Yehude Simon y el Movimiento Nuevo Perú. Mendoza no fue a votar. Fuentes de su agrupación refirieron que se encuentra en Lima. Por eso no sufragó en su natal Cusco.
Y en el caso de Marco Arana, algunos militantes denunciaron la imposición de su postulación.
Con Somos Perú y el Partido Nacionalista también era evidente que sus precandidatos presidenciales, Daniel Salaverry y el expresidente Ollanta Humala, iban a salir victoriosos de las internas. Salaverry goza del respaldo de la cúpula del partido de Alberto Andrade, luego de –según fuentes de esta organización– haber propuesto al expresidente Martín Vizcarra como cabeza de lista al Congreso.
Humala, en cambio, afronta una investigación por la obra del Gasoducto Sur Peruano (GSP), pero considera que ello no le restará electoralmente. “Hemos sido totalmente legal y transparentes con el Estado, y si verifican los casos no se trata de actos de corrupción, sino actos de campaña”, refutó el fundador del Partido Nacionalista.
Los afiliados del Partido Popular Cristiano (PPC) eligieron a sus representantes mediante un sistema mixto. Es decir, las bases iban a resolver si Alberto Beingolea los representa o no como candidato presidencial, y luego elegirían a sus delegados, quienes el domingo 6 de diciembre decidirán quiénes postulan al Congreso.
Las demás organizaciones continuaron con el sistema de delegados para todas las fórmulas. César Acuña, presidente de Alianza para el Progreso (APP), un partido donde él es el único precandidato presidencial y las elecciones internas son con delegados, aprovechó, luego de votar, para exhortar a que no postulen al Parlamento personas ligadas a la corrupción.
APP, cabe recordar, fue el partido que cobijó al excongresista Edwin Donayre, vinculado al “Gasolinazo” y a Humberto Acuña, congresista sentenciado y titular de la Comisión de Presupuesto del Legislativo.
Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, se refirió luego de votar al pedido fiscal de suspender su organización. “Sería una pena de muerte para mi partido político”, dijo.
En el caso de Daniel Urresti, postulante con Podemos Perú, luego de sufragar, un grupo de personas le recordó su juicio por la muerte del periodista Hugo Bustíos.
Así culminó la jornada. El año pasado había un millón y medio de militantes habilitados para las elecciones internas. Según la ONPE, al final solo hubo 46 mil votos emitidos. Estas cifras reflejan la poca convocatoria de los partidos. El conteo definitivo dirá cómo les fue esta vez.
No podían desaprovechar la oportunidad y las cámaras. Los candidatos presidenciales también apuntaron sus críticas contra la postulación del expresidente Martín Vizcarra al Congreso como cabeza de lista en Somos Perú (SP).
“El Congreso no puede tener congresistas corruptos y coimeros”, protestó César Acuña, presidente de Alianza para el Progreso.
“El señor Vizcarra fue el gran culpable del deterioro de la imagen acciopopulista. Alguien que despotrica (contra el Congreso) finalmente termina haciendo eso”, lamentó Edmundo del Águila, excongresista de AP.
“Nos parece un error porque si es que de verdad es inocente, lo recomendable es que hubiese respondido a un proceso de investigación y no en el Congreso. Él se está yendo con una agrupación en donde mucha gente quiso vacarlo”, cuestionó el líder morado Julio Guzmán.
Martín Tanaka, politólogo
“Hoy (ayer) son las elecciones internas. Lo ideal hubiera sido establecer un mínimo de participación, sin el cual no deberías poder participar en las elecciones de abril; y voto por candidaturas individuales, no por listas únicas”.
Piero Corvetto, jefe de la ONPE
“El único reporte que tenemos es que hemos sobrepasado la instalación de mesas (para las elecciones internas). Esto es un éxito rotundo no solo para la organización electoral, sino también para los partidos políticos”.
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