Jürgen Klopp no es solo uno de los mejores técnicos del mundo, sino también uno de los más carismáticos. La personalidad del germano genera la simpatía de hinchas y jugadores, como lo viene demostrando en el Liverpool, o como lo hacía en su anterior club, Borussia Dortmund.
Su carácter alegre, sin embargo, no impide que se preocupe por el bienestar de sus dirigidos, así como el de los que alguna vez lo fueron. Ello quedó en evidencia durante una reciente teleconferencia para el canal de televisión del equipo alemán, en la cual se reencontró con quince futbolistas que tuvo bajo su mando durante su etapa en el ‘Vendaval’.
En la reunión, Klopp recordó pasajes de las campañas 2010/2011 y 2011/2012, en las que logró el bicampeonato de la Bundesliga. Según afirmó, en las celebraciones de ambos campeonatos bebió más de la cuenta, hasta el punto de que en una de ellas perdió los recuerdos del día previo.
“En 2011 estaba muy borracho, pero se me vio normal. En 2012, ni me acuerdo de nada”, reveló el estratega. Ya hace unos meses había hablado en detalle sobre este último festejo, asegurando aquella oportunidad que en dicho año despertó solo en el patio de una fábrica y tuvo que viajar en un auto que transportaba pollos para volver con sus jugadores.
Pese a lo jocosa que resulta su anécdota, recomendó a sus expupilos que sean moderados al beber. “Pueden ver lo que el alcohol le hace a las personas. No beban en exceso, de lo contrario perderán los recuerdos de los momentos más importantes de sus vida”, aconsejó.