A los 3 años, Julio Cueto se distanció de su padre biológico, pero tuvo la esperanza de volverlo a ver. Debido a que separó de su progenitor a corta edad, solo conocía a su papá mediante los relatos de su madre, Valentina Taipe. De ese modo, supo que se llamaba Lauro Cueto y era el menor de los 10 hermanos de la hacendada familia Cueto.
Aunque Julio Cueto vivió durante algún tiempo con resentimientos hacia su padre y refugiando su dolor en vicios, sus sentimientos maduraron y viraron a una necesidad de conocerlo a sus 63 años. Fue su menor hija, Kelly, quien se animó a dar el primer paso por su padre y acudió a David Nostas, el recordado 'Buscapersonas', para que le ayude a encontrar a su abuelo. Mediante una carta, hizo presente su caso ante el extinto programa "Volverte a ver", conducido por Thais Casalino.
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Julio Cueto, de 63 años, fue sorprendido por David Nostas y Thais Casalino del recordado programa "Volverte a ver", quienes lo buscaron para contarle que irían juntos en búsqueda de su padre, a quien no veía hace 60 años. Así, lograron obtener un permiso en la empresa donde él laboraba como mecánico e irse de viaje a Nasca para intentar encontrar a su progenitor.
Julio y Lauro Cueto llevaban vidas en Lima y en Ica, respctivamente. Foto: composición LR/captura de Latina TV
A su llegada a Nasca, Thais Casalino le preguntó qué palabras le dedicaría a su padre. Él respondió que le expresaría lo siguiente: "Yo no te tengo rencor. De todas maneras, te abrazaría, te diría: 'Papá, te quiero'".
Para poder encontrar al papá de Julio Cueto, David Nostas tuvo una ingeniosa idea. El 'Buscapersonas', se acercó a una radio local avisando que el programa de TV haría un homenaje a los padres por su día, para ello anunció el nombre del progenitor de Julio, Lauro Cueto.
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No tardó mucho para que los teléfonos de la emisora sonaran con pistas del misterioso hombre. De ese modo, supieron que vivía en Cajuca, una zona de refugiados del terremoto de Pisco. Al ubicar a Lauro Cueto se pudo conocer más de él, que tenía 88 años, que se había dedicado a la agricultura del algodón y el maíz, y que se volvió a casar a los 52 años, pero que su esposa ya había fallecido, y que tenía nueve hijos.
El anhelado reencuentro entre padre e hijo se dio cuando David Nostas le mencionó a Lauro Cueto que le faltaba un hijo y le presentó a Julio Valentín Cueto Taipe. Ambos se unieron finalmente en un conmovedor abrazo. Finalmente, Julio Cueto, en el otoño de su vida, se reencontraba con su papá tras seis décadas.