Isabel Granda y Larco, más conocida en el mundo artístico como Chabuca Granda, fue una de las peruanas más importantes del siglo XX. A lo largo de su carrera como compositora, trabajó diversos ritmos como el tondero y el vals criollo. Gracias a su herencia musical, hoy podemos gozar de temas tan icónicos como “La flor de la canela” y “José Antonio”. Conoce la historia que hay detrás de estos éxitos musicales.
El legado artístico de Chabuca está compuesto por más de 100 canciones grabadas y varias composiciones inéditas. Sus temas han sido interpretados por cantantes como Raphael, Juan Gabriel, Rubén Blades, María Dolores Pradera, Caetano Veloso, entre otros.
Considerada como uno de los temas más representativos de nuestro país, “La flor de la canela” nos habla de la Lima de antaño y sus hermosos paisajes históricos. Fue escrito por Chabuca Granda para homenajear a su amiga Victoria Angulo Castillo de Loyola, una mujer humilde que vivía en el distrito del Rímac y que a diario debía cruzar un viejo puente de palo para llegar a su casa. Esta acción inspiró uno de los versos de la canción.
Chabuca Granda consiguió fama a nivel internacional gracias a temas como "La flor de la canela". Foto: Andina
De todas las partes que componen este hermoso tema, la que más le costó elaborar a Chabuca fue su segundo verso. La compositora tenía escrito el primero de ellos desde 1949, pero a su gusto faltaba algo más, un nuevo motivo melódico que hiciera especial y elevara su composición a un nivel superior de expresividad. Ese algo que llegó el 7 de enero de 1950, durante el cumpleaños del Dr. José Moreno.
Según contó en una entrevista Óscar Avilés, uno de los invitados de la fiesta, Chabuca se quedó absorta por un momento, luego caminó hasta el balcón, abrió la ventana y ahí mismo se puso a cantar la parte que le faltaba.
“Déjame que te cuente, limeño, ay déjame que te diga, Moreno, mi pensamiento. A ver si así despiertas del sueño, del sueño que entretiene, Moreno, tu sentimiento”.
Esa madrugada, Chabuca culminó su canción y así lo dejó apuntado en su diario.
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Esta reconocida canción esta dedicada a José Antonio de Lavalle, un reconocido ingeniero agrónomo y criador de caballos de paso. Cuentan que, tras su muerte, la familia y amigos se reunieron para despedirlo. Chabuca, presente en la reunión por ser cercana a los parientes, alzó su guitarra y dijo: “Para ti, José Antonio, que nunca oíste, tu canción”. Comenzó a cantar, mas no pudo terminar. Su voz se quebró y ella prefirió marcharse.
La compositora escribió “José Antonio” en 1957; sin embargo, el peculiar tondero encontraría su versión final en el LP “Dialogando” (Iempsa – Odeón) que Chabuca y Óscar Avilés lanzarón en 1967.