El legado y la trascendencia de Ludwig van Beethoven
El trabajo del compositor y pianista alemán, quien falleció un día como hoy, es uno de los más influyentes en la historia de la música.
La destacada obra de Ludwig van Beethoven ha pasado de generación en generación. El compositor y pianista falleció un día como hoy en 1827, y casi 200 años después, sus composiciones siguen presentes como prueba de su legado.
Nacido en Bonn, Alemania, en 1770, su padre lo guió en el camino de la música, inspirado por Mozart, enseñándole a tocar el piano. A los siete años, ofreció su primer concierto en Colonia. En 1782, estrenaba su primera composición: Nueve variaciones sobre una marcha de Ernst Christoph Dressler.
Sin embargo, el fallecimiento de su madre, cuando él tenía 17 años, ocasionó en su padre una profunda depresión, lo que obligó al joven Ludwig a mantener a sus dos hermanos, dando clases de piano y tocando en una orquesta durante cinco años.
Tras la muerte de su padre, viajó a Viena, Austria, y se educó con músicos destacados de la época como Antonio Salieri y Joseph Haydn. Tocó por primera vez en esta ciudad en 1795 e inició una gira por Europa que catapultó su popularidad, lo que le permitió estrenar su Primera Sinfonía en 1800.
Pero no todo era positivo, pues lo aquejaba un grave mal: la sordera. El desarrollo de esta condición no impidió que desarrolle un nuevo estilo, con notas más graves y solemnes a causa de su pérdida de audición.
Durante sus últimos años, Beethoven dejó de ofrecer conciertos con frecuencia y se dedicó a componer y ofrecer clases. Fue en 1823 que concluye, tras seis años, la que es su más célebre obra, la Novena Sinfonía, que se estrenó un año después y tuvo un éxito rotundo. Otras obras que destacan del compositor alemán son ‘Para Elisa’, la Quinta Sinfonía, la Sonata para piano n.° 14 y la Missa Solemnis.
Pese a poseer una gran fortuna, el compositor pasó sus últimos años casi en la miseria y su salud se agravó por los problemas hepáticos que lo aquejaron toda su vida. Dos días después de recibir la unción de los enfermos, falleció el 26 de marzo, en Viena.
Como legado, Beethoven dejó en total 138 obras, donde destacan sus nueve sinfonías, una ópera, dos misas, tres cantatas, treinta y dos sonatas y cinco conciertos para piano.