Los congresistas de la Cámara Baja estadounidense aprobaron el viernes un proyecto de ley de último minuto, con apoyo bipartidista, que ahora tiene que ser ratificado por el Senado con el fin de evitar una parálisis presupuestaria y mantener el funcionamiento del gobierno federal.
El paquete que debe permitir que las agencias federales continúen trabajando hasta mediados de marzo requiere del visto bueno del Senado antes de la medianoche del sábado (05H00 GMT).
El texto salió adelante en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, con el apoyo de casi todos los congresistas demócratas.
Se espera que el Senado, de mayoría demócrata, complete el paso iniciado por la Cámara Baja, sin embargo la cuestión es qué tan rápido lo harán.
"Esperamos aprobarlo lo antes posible", declaró en un comunicado el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, sin dejar claro cuando sería la votación.
La Casa Blanca indicó que también el presidente saliente Joe Biden apoyaba el proyecto "aun cuando no incluye todo lo que queríamos".
"Hoy, los demócratas nos mantuvimos firmes en nuestro compromiso de colaborar, no de dividir. El pueblo estadounidense merece un gobierno que trabaje para ellos", manifestó en X el legislador demócrata Bennie Thompson.
Si los senadores aplazan su voto, las operaciones no esenciales comenzarán a detenerse, lo que significa licenciar a unos 875.000 trabajadores y que 1,4 millones más dejen de cobrar sus sueldos.
Fijar la financiación del gobierno es siempre una tarea complicada, con ambas cámaras estrechamente divididas entre las dos principales fuerzas políticas del país.
La propuesta aprobada en la Cámara Baja contempla la financiación del gobierno hasta mediados de marzo e incluye 110.000 millones en ayudas para desastres naturales y para agricultores.
Un acuerdo presentado el martes por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que fue negociado por republicanos y demócratas, habría permitido eliminar cualquier amenaza de "shutdown", pero el presidente electo, Donald Trump, y su poderoso aliado, el magnate tecnológico Elon Musk, se opusieron de forma categórica.
Musk intentó que los conservadores estuvieran en contra del acuerdo antes de la votación en la Cámara: "Entonces, ¿es este un proyecto de ley republicano o demócrata?", escribió en X.
A su turno, Trump fustigó el texto como "ridículo y extraordinariamente costoso".
Su oposición generó que los responsables del acuerdo negociado por ambas bancadas volvieran a empezar de cero.
Esto dejó entrever que el regreso de Trump a la Casa Blanca, incluso antes de su investidura el 20 de enero, no estaría lejos del estilo adoptado su primer periodo en el que no rehuyó de las convenciones sin generar cierto caos.
La influencia del hombre más rico del mundo sobre Trump es blanco de las críticas demócratas, con cuestionamientos sobre cómo un ciudadano no elegido puede ejercer tanto poder.
En el bando republicano también hay voces de disenso.
"La última vez que lo comprobé, Elon Musk no tenía voto en el Congreso", dijo a CNN el republicano Rich McCormick, congresista por Georgia en la Cámara de Representantes.
"Tiene influencia y nos presionará para que hagamos lo que crea correcto para él. Pero yo tengo 760.000 personas que votaron por mí para que haga lo correcto para ellos", agregó.
Por su parte, el presidente electo escribió el viernes en su red Truth Social que "si ocurre una parálisis del gobierno, que comience ya, durante el gobierno Biden".
El nuevo plan votado el viernes no implica elevar el techo de la deuda estadounidense, aunque Donald Trump se opuso al primer texto principalmente por este motivo.
Johnson declaró tras la votación que había estado en "contacto constante" con Trump y que estaba "contento con el resultado".
También dijo que habló con Elon Musk, quien saludó en X el "buen trabajo" del "speaker" para renegociar un presupuesto a la baja.
Johnson ha enfrentado críticas por su manejo de las negociaciones y su vocería parece pender de un hilo para presentarse a la reelección en enero.
El congresista de Luisiana fue señalado por evaluar mal la tolerancia que tendrían sus propios correligionarios ante los costos mayores del parche de financiación original, y por permitir que Musk y Trump lo tomaran por sorpresa con sus posturas.
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