Agencias

Propuesta en la COP29 para aplicar impuestos a criptomonedas y plásticos para la lucha climática


Los plásticos y las criptomonedas podrían ser fuentes de ingresos fiscales de manera similar a los vuelos y los combustibles fósiles para ayudar a los países en desarrollo a luchar contra el cambio climático, según un grupo de trabajo liderado por Francia, Kenia y Barbados en la COP29.

Los tres países creen que se podrían generar cientos de miles de millones de dólares mediante "Gravámenes de Solidaridad Global" en las industrias más contaminantes para apoyar a los países en desarrollo.

La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, declaró en la COP29 de la ONU en Azerbaiyán que había llegado el momento de "considerar gravámenes".

"Entre el transporte marítimo, las aerolíneas y los combustibles fósiles, estamos cómodamente en el rango de unos 350.000 millones de dólares al año, y esto se sumará sustancialmente al dinero público", insistió.

"Amplios sectores de la economía contaminan el planeta pero contribuyen poco a las finanzas públicas, al desarrollo y a la mitigación del cambio climático", afirmó el informe del grupo de trabajo publicado en Bakú.

Esos expertos plantearon gravámenes básicos sobre el combustible para jets privados, los viajeros frecuentes, las ganancias extraordinarias de combustibles fósiles, el transporte marítimo, las acciones, los bonos y los derivados.

También se proponen impuestos sobre las criptomonedas, los plásticos y las fortunas de los multimillonarios, esta última una idea promovida por Brasil durante su presidencia del G20.

Los expertos estiman que se podrían recaudar 5.200 millones de dólares con un gravamen sobre las criptomonedas debido al "alto consumo de energía de la minería de criptomonedas", una medida que también, argumentan, podría reducir las emisiones.

El informe también indicó que un impuesto sobre las transacciones de criptomonedas podría recaudar "decenas de miles de millones al año".

La contribución que la industria del plástico podría tener que hacer llega en un momento en que las conversaciones de la ONU sobre el primer tratado mundial sobre la contaminación plástica se llevan a cabo en Busan, Corea del Sur, a finales de este mes.

"El gravamen se destinaría como fuente de financiamiento para apoyar a los países en desarrollo en la lucha contra la contaminación plástica", dijeron los expertos, y podría recaudar entre 25.000 y 35.000 millones de dólares al año.

Además de Francia, Kenia y Barbados, la coalición de 17 miembros detrás del grupo de trabajo incluye a la UE y la Unión Africana, y Brasil ha señalado que también se unirá.

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