
Los dolores de muelas son una molestia que la mayoría de las personas han padecido en algún momento de sus vidas. Pueden aparecer desde la infancia con los dientes de leche, la pubertad y la adultez con las terceras morales (o del juicio), e incluso a causa de una infección por caries. En todos los casos, hay probabilidad de que esta dolencia llegue a ser insoportable.
En este artículo de El Antídoto, el espacio que combate la desinformación con la ciencia en el Verificador de La República, abordamos un mito que se ha masificado entre millones de personas: el agua oxigenada con sal imbuida en agua caliente puede calmar cualquier dolor en los dientes.
Nos comunicamos con el médico Ítalo Funes Rumiche, cirujano dentista y exdirectivo del Colegio Odontológico del Perú (COP), para hablar sobre los peligros que conlleva la automedicación en la salud bucal y desmentir algunos mitos sobre los remedios caseros.
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En esta conversación, abordamos temas como las consecuencias de una mala limpieza de los dientes, los elementos que se utiliza para cicatrizar heridas o lidiar con las caries y por qué será mejor acudir a un profesional antes de enjuagarnos la boca con "remedios caseros" o sacarse un diente con un hilo.
"La causa más frecuente son las caries, la enfermedad dental que un 98% de niños y adultos en el Perú presentan. Es un problema que va destruyendo el diente hasta que llega a la parte más interna, que se denomina la pulpa, la cual tiene un nervio. Mientras más cerca estén estas bacterias a esta zona, más dolor causará", indica el odontólogo Ítalo Funes al Verificador de La República.
Incluso esta afección puede llegar a ser una de las más peligrosas y silenciosas en la actualidad. Si dejamos que este tipo de infecciones sigan su curso en nuestra dentadura, puede llegar a generar dolores indescriptibles que desencadenaría en otros tipos de cuadros clínicos severos, como la septicemia dental, que trata del avance de la infección al torrente sanguíneo, lo que ocasiona fiebre, escalofríos, dificultades respiratorias y, en algunos casos, la muerte.

No es una buena idea enjuagarse con agua oxigenada y sal. Foto: difusión
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En retrospectiva al uso del agua oxigenada y la sal en la salud dental, la doctora Patricia Bratos, especialista en ortodoncia por la Universidad Complutense de Madrid, España, advirtió para el medio El País que utilizar este elemento como enjuague bucal desgastaría por quemaduras y recesiones las encías de nuestros dientes. Al igual que el doctor Funes, recomienda acudir a un dentista para cualquier consulta.
Para este apartado, el cirujano dentista Ítalo Fundes explica que el agua oxigenada (o el peróxido de hidrógeno) se utiliza para blanquear dientes y, sobre todo, para desinfectar encías, pero en fórmulas hechas para la aplicación profesional en odontología, no en las muestras comunes que encontramos en supermercados o farmacias. Por lo tanto, queda descartado el uso casero de este elemento.
El odontólogo Joan Bladé, licenciado y especializado en odontología por la Universidad de Barcelona, también advierte que el uso de medicamentos en las zonas afectadas por un malestar son perjudiciales para los dientes, como el bicarbonato o la aspirina, que pueden causar quemaduras y desgaste en el esmalte dental.
Sin embargo, si podemos utilizar el jugo o hervor de algunas verduras y frutas para limpiar nuestros dientes, más no quitarnos el dolor de muelas. Estos productos son la piña (en jugo o refresco) y el agua de papa, que se consigue al hervirla en agua. Reiteramos, esto no te ayudará a saciar el dolor, pero sí a limpiar los dientes y la boca.
Lo mejor: consultar con un profesional. No existe remedio casero o natural que nos ayude con los dolores dentales. Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral, estas recetas caseras que presentan diversos compuestos, como los herbáceos, sí han ayudado en el progreso de la medicina; pero su uso sin revisión de un profesional puede agravar más la enfermedad o que ayude con la aparición de otras.
No obstante, antes de ir a una consulta, debemos de mantener una higiene bucal balanceada: con cepillados estratégicos y lavados bucales que no contengan alcohol, como los colutorios antisépticos de marcas recomendadas por algún odontólogo.