“Los sanguinarios del Norte Chico”. Óscar Toledo entregaba información exclusiva a banda de 48 miembros que asesinó a 17 personas y pedía cupo a compañía de bomberos. Todos cayeron.,Más peligrosa que la banda delincuencial Los Monos de Quepepampa. Mejor organizada y equipada que ninguna otra. Una de las más violentas que haya existido en Lima. Así describió el general PNP Juan Carlos Sotil a la organización criminal Los Sanguinarios del Norte Chico, dedicada al sicariato, robo agravado, extorsión, tráfico ilícito de drogas y tenencia ilegal de armas. Esta superbanda fue desbaratada ayer al ser capturados 48 de sus integrantes. PUEDES VER La Victoria: mototaxista fue asesinado a balazos [VIDEO] Ellos tenían como uno de sus principales colaboradores al gerente municipal de Huaral, Óscar Simeón Toledo Maldonado, quien, según la Policía, suministraba información propia de sus actividades profesionales a los cabecillas de la red criminal. Estaban en sindicatos La banda además conformó sindicatos de construcción civil para exigir pagos de cupos en obras concesionadas por el Gobierno Regional de Lima y por la Municipalidad Provincial de Huaral. Acusados de asesinar a 17 personas y de haber amasado una considerable suma de dinero, estos delincuentes se preparaban para dar nuevos golpes. Durante los delitos cometidos, Los Sanguinarios del Norte Chico demostraron una violencia inusitada y un equipamiento y organización que supera a todas las que operaron en la provincia limeña de Huaral. Con estos antecedentes, la División de Robos de la PNP se puso a investigar a la banda hace siete meses. Se demostró que asesinaron a sus rivales Renzo Ascencio Aguedo (a) Renzo; Miguel Ángel Retuerto Urbano; Carlos Gutiérrez Ramos (a) Chino Gato; Jesús Jhonatan Vega Barzola; Richard Balcazar Jara y Erick Solís Jiménez (a) Cínico. Decenas de extorsiones También extorsionaron a la Compañía de Bomberos Salvadora 44 del Gobierno Regional de Lima, a los encargados del proyecto de agua potable Contigo Perú y a la Empresa de Transportes, Turismo y Servicios Múltiples Speedy. También a Julio Ciriaco Misayauli López, encargado de construcción de la Defensoría de la Mujer, Niño, Niña y Adolescente (Demuna) de Huaral; y Gustavo Adolfo Morales Gamarra, propietario del restaurante El Huaquerito. Dirigían desde prisión Esta sanguinaria red era dirigida desde prisión por Adolfo Celestino Gutiérrez Copitán (a) Tocho o Enano, quien cumple condena por narcotráfico en el penal de Huacho. El liderazgo era compartido con su hermano Efraín Ricardo Gutiérrez Copitán (a) Efra o Chauca, quien controlaba los beneficios económicos y materiales obtenidos a través del cobro de cuotas sindicales. Para ello utilizaban el Sindicato Único de Trabajadores en Construcción Civil de Huaral, el Sindicato de Trabajadores Solidarios en Construcción Civil y el Sindicato Unitario Provincial de Trabajadores en Construcción Civil de Huaral. El ministro del Interior, Mauro Medina, dijo que esta organización contaba con 75 integrantes, de los cuales 6 se hallan recluidos en prisión y 4 en España y Chile. "Ha sido un duro golpe al hampa", dijo. Puestos claves Los Sanguinarios del Norte Chico funcionaban bajo una estructura compuesta por tres lugartenientes. Jeremi Junior Roque Copitán, (a) Buche o Cabezas, supervisaba el brazo armado para ejecutar los robos y asesinatos. Asimismo, Porfirio Reynaldo Manrique Masuda (a) Loco o Ghiggio, coordinaba la extorsión; mientras que Candy Elena Corzo Cañari, (a) Cangreja, se encargaba del abastecimiento y distribución de la droga desde Pucallpa hacia los puntos de venta en Huaura y Huaral. Allanan 21 casas en otro operativo. En otro megaoperativo ejecutado en Lima y Ayacucho, la Policía y el Ministerio Público allanaron 15 viviendas y 6 negocios que habrían sido constituidos con dinero proveniente del narcotráfico en la zona del Vraem. Según informó la Fiscalía, en las primeras horas fueron detenidos Néstor Rivera Muñoz, Édgar Hugo Rivera Muñoz y Gualberto Rivera Carbajal, quienes tenían empresas de fachada para lavar el dinero de la droga. Uno de los inmuebles intervenidos se ubica cerca a la comisaría de Canto Rey (SJL) y está vinculado a la empresa corporación Victoria M&R Motors.