Dos siglos de corrupción

“Entonces cómo una mujer poeta iba a ser presidenta. Jamás, si para ellos poeta es igual que terruca".

Sigo en vigilia y supongo que cuando usted lea estas líneas ya tendremos presidente. Y parafraseo a Gabo: “Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros”. Así fue mi domingo por la noche. Desde que el Congreso negó que Rocío Silva, poeta, feminista, y socialista, sea presidenta. Así es mi país.

Por ello siempre me negué a los fastos y parafernalia organizados por el Bicentenario. ¿Y qué celebramos? En estas horas, el asalto vandálico a Vizcarra organizado por el fujimorismo chavetero, los rateros del Lava Jato, los Cuellos Blancos del Puerto, los fascistas religiosos, los mafiosos de las universidades, los populistas y la anuencia de la derecha bruta y achorada.

Y en este clima, enfrentados los engranajes de la democracia versus la intolerancia de la turba, ocurre el asalto al Estado por el ejercicio abyecto de la clase política lumpenizada. Sí, el fujimorismo en su mejor miasma, como dijo alguien, de fascismo bananero y ladrón, responsable directo desde 1990 de la situación de podredumbre que vive el Perú.

Y ese es el retrato del Perú de hoy. Con políticos negociantes, y sin ideologías. Con un país donde campea la delincuencia y como jamás se vio, con gobernantes incultos, iletrados, banales, tramposos y abyectos. Acaso barras bravas. Sí, pero más pandilleros salidos de las tribus fanáticas y turbulentas. Entonces cómo una mujer poeta iba a ser presidenta. Jamás, si para ellos poeta es igual que terruca.

¿Y qué tiene que ver este mamarracho con el Bicentenario? Que habitamos un país oscuro y que viene de antiguo. De ese poder político y económico que nos elevó a los últimos lugares en educación, ciencia e investigación. Y nos hace existir en el podio de la corrupción y el subdesarrollo. Desde los criollos antiperuanos de Lima de 1821, pasando por Fujimori y el Apra de Alan García y hasta los Acuñas y Lunas.

Hoy la política tiene una manera peculiar del pensar. Mariátegui y Haya son los enemigos. Por eso estar en política es tomarme unos tragos con mis amigotes, tener a mis parientes de alcahuetes, acompañar a las amigas de mi mujer al mall, ver Willax y tararear a Suárez Vértiz. Digo: Soy orgulloso por peruano, por mi cultura y sus cantos, por eso señalo a los prontuariados del Congreso y por ello doy vida a Jack Bryan Pintado Sánchez e Inti Sotelo Camargo. Héroes del Bicentenario.

La República

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