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Charly García: el extraño enamorado

Un desconocido Carlos García Moreno empezó a escribir canciones cuando era un joven inexperto en el amor. Con el tiempo, se convirtió en un ícono del rock latinoamericano y en un personaje fascinado por diferentes musas y heroínas. Toda su producción musical está marcada por ellas

Charly García hoy cumple 68 años.
Charly García hoy cumple 68 años.

A finales de los sesenta, cuando la euforia hippie recién llegaba a Argentina, Charly García no tenía más de 20 años y nunca había estado con una chica.

Tímido, desconocido, Carlos García Moreno creaba canciones sobre experiencias que aún no vivía. Era un chico ingenuo cuando escribió Quizás, porque, cuya "letra es inocente, conmovedora y casi murmurada", según la revista Rolling Stone.

"Quizás porque no soy de la nobleza/Puedo nombrarte mi reina y princesa/ Y darte coronas de papel de cigarrillos".

Solo fantaseaba. Charly García nunca ha subestimado su imaginación. Entre los 15 y 20 años, compuso la mayoría de sus temas. Lo hacía mientras viajaba en el bus, se encerraba en su habitación o solo caminaba. Un papelito guardado en sus bolsillos terminaba con garabatos cuando le venía la inspiración. La letra y la música de Quizás, porque nació así.

Este era Charly García antes de que se volviera uno de los músicos más importantes del rock argentino y latinoamericano; antes de que lo internaran en centros psiquiátricos y se lanzara a una piscina desde el noveno piso de un edificio; antes de sus adicciones y excesos. O como él diría, en una entrevista del 2013, antes de que se convirtiera en un "exagerado que peligraba y hacía peligrar".

En estos años, la salud de Charly también ha peligrado. En el 2015, lo operaron de una fisura en la cadera que lo obliga a estar en sillas de ruedas. Y hace poco, en diciembre pasado, un cuadro de deshidratación lo llevó a una clínica de Buenos Aires. Padecía de una fiebre alta.

Todas estas intervenciones han alejado a Charly García de su pasión: la música que conoció, primero, con el piano de los clásicos Chopin y Mozart, y después, con la guitarra eléctrica de The Beatles. Pero también hay otra pasión, las mujeres.

"Las personas que me han dado manos en la vida han sido ellas", le diría a su biógrafo, el periodista Sergio Marchi, en el libro No digas nada.

Tuve tu amor

En 1969, Carlos García Moreno se convirtió en Charly García. Tenía 18 años cuando su primera banda, To Walk Spanish se fusionó con otra llamada The Century Indignation, donde tocaba un muchacho también tímido con el que, tiempo después, llevaría a Sui Generis al éxito. Ese era Nito Mestre.

Hasta 1972, la banda de los dos flacos de cabellos largos no encontraba una oportunidad para despegar. Recorrían grabadoras con poco éxito. Aunque ya tenían presentaciones con canciones propias escritas por el silencioso Charly García.

En una de esos recitales que se realizó en el teatro ABC, ese mismo año, conoció a la primera mujer que eligió como musa: María Rosa Yorio. Ella tenía 16 años y había formado parte del Coro Nacional de Niños cuando decidió ir a verlos por la insistencia de una amiga que calificaba a Sui Generis como una "banda maravillosa".

Desde la última fila del auditorio, a María Rosa le impactó el talento de ese delgadísimo joven que tocaba música clásica buena onda, con letras particulares que parecían poemas.

"Ese día no había luz y en el teatro habían más de 20 personas. En ese momento, Charly me gustó", recuerda Yorio en las entrevistas que ha concedido.

Pero ese día no hizo nada. Al terminar la segunda presentación de Sui Generis, se acercó a Charly y le dijo que le gustaba su música. A los segundos, él le pidió unos cigarros y ella antes de irse le dejó su número de teléfono en un papel. Al día siguiente, Charly la llamó, empezaron a salir y al año se mudaron a una pensión del mismo Buenos Aires.

Fue, precisamente, en ese cuarto donde nacieron las canciones Seminare y Necesito.

"Es una de las épocas más bonitas de mi vida porque cuando estuvimos en lo peor, empezó todo", recordó Charly, en una entrevista del 2002.

Ese año, 1972, Sui Generis grabó su primer disco Vida y en poco tiempo se volvieron famosos. "Detrás de esa imagen de loco, Charly era un tipo muy cariñoso, muy serio. Me cuidó muchísimo, me valoró", diría Yorio. Pero después de cinco años de convivencia y tras el nacimiento de su hijo Miguel, en 1977, ellos se separaron.

Yorio al poco tiempo empezó un romance con Nito Mestre. Y si bien Charly se molestó, la fuerte amistad sobrevivió, cuenta el periodista Marchi.

Promesas sobre el bidet

​Dos años antes, en 1975, Sui Generis se despidió por la puerta grande con dos conciertos. Al poco tiempo, Charly formó parte de la banda Porsuigieco y en 1976 fundó su tercer grupo La Máquina de Hacer Pájaros, que en el año 1977 llegó a su fin.

Tras ese hecho, Charly se separó de María Rosa y a los pocos meses conoció a la segunda mujer que lo marcaría.

La brasileña María Pederneiras, más conocida como Zoca, estaba vestida de ángel cuando Charly García la vio por primera vez bailando en una obra musical. A las horas, el ex Sui Generis pidió datos sobre ella y consiguió que una amiga se la presentara. Zoca no le hizo caso aquella vez.

A los pocos días, Charly García llamó a Zoca y le pidió que fuera a su casa porque estaba enfermo. Ella, según se detalla en el libro No digas nada, al inicio, se negó, pero él insistió. "Lo vio tan desamparado que se enterneció y al poco tiempo aceptó ser su chica".

Curiosamente, 20 años después, Charly diría, en una entrevista, que "las mujeres primero te enferman para después poder cuidarte".

Charly García cuenta que Zoca fue quien en 1977 le dijo que debía tocar con el guitarrista David Lebón, al que él después convenció para viajar a Búzios (Brasil) en 1978 y empezar un proyecto musical que sería la cuarta banda que dirigía, Serú Girán. Ellos y Zoca consiguieron viajar con el dinero que recaudaron con el Festival del Amor, en el que Charly reunió a sus amigos de Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Porsuigieco.

Zoca también inspiró canciones en Charly. “Para hacer un tema como Promesas sobre el bidet (1984) hace falta una brasilera divina y un bidet. Y son cosas que no están al alcance de todos”, respondería en una entrevista a Rolling Stone.

En otro tema, Filosofía barata y zapatos de goma (1990), él escribiría: En este torbellino donde nada importa, me sentí aliado y te perdí, a manera de confesión tras haberse separado de la mujer que, según sus biógrafos, soportó sus primeros excesos con las drogas durante los más de 10 años de relación.

Alta fidelidad

Cuando Charly tenía cinco años, su estricta profesora de música clásica, Julieta Sandoval, le inculcó la idea de que cuanto más se sufría, se tocaba mejor. Así que a esa edad, Charly se hacía daño.

A principíos de los noventa, eso ocurría nuevamente. La música de Charly era más oscura, no era la de antes y los escándalos aumentaban. En esos años apareció "su amiga, su madre y su novia": la reconocida cantante Mercedes Sosa, con quien grabó el disco Alta Fidelidad (1997), en el que ella canta los temas de Charly.

Sosa conoció a los padres de García. Estuvo presente el día en el que se enteraron que el pequeño Carlitos, de cinco años, tenía oído absoluto.

En esos años difíciles, Charly García también tuvo el apoyo de su guitarrista, ahora fallecida, María Gabriela Epumer, quien nunca lo abandonó, y de su entonces corista Fabiana Cantilo, quien lo describe como un tipo romántico que muestra de frente sus sentimientos, su debilidad, su necesidad de amor.

Corazón de hormigón

En el 2007, Charly, 56 años, se volvió a enamorar, esta vez, de la presentadora de videos de MTV, Mercedes 'Mecha', Iñigo, quien tiene 36 años menos que él. Ella, según los medios argentinos, cumplió un papel importante para su recuperación en su internamiento del 2009. "Es caballero, muy cariñoso", lo describía Mecha. "Lo bueno del amor es que te mantiene un cachito arriba del piso. Es como que algo te falta cuando estás desenamorado", refería Charly tras revelar su interés de casarse por la iglesia con ella .

El último disco de Charly es el Kill Gil, del 2010, en el que canta con Palito Ortega el tema Corazón de Hormigón, que escribió cuando tenía nueve años. Charly no ha creado más desde ese año, pero tiene un disco casi listo. Él siempre confía en su imaginación. Ellas lo inspira

(Lima, 1988). Estudió Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En sus más de 10 años como reportero ha trabajado en radio, TV y prensa. Actualmente, escribe crónicas y reportajes en el diario La República. También ha sido becario de la Red de Periodistas Latinoamericanos Cosecha Roja y es colaborador de la revista Anfibia. Ocupó el primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Periodismo sobre Políticas Sociales (CIES-2015). Sus cuentos han sido publicados en antologías literarias. Es coautor de La banda sonora de tu vida (Autómata, 2019), de Generación B, jóvenes del Bicentenario (Artífice, 2021) y de Una carta sin Paul McCartney y otros relatos (Caja Negra, 2022).