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Amayo Zevallos: “Los antiguos peruanos son los creadores del surf”

Historiador lo sustenta en su libro “Mar y olas. Rito y deporte, investigación sobre el caballito de totora".

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Por: Pedro Escribano

Enrique Amayo Zevallos es cajamarquino. Durante 15 años se ha dedicado a investigar los caballitos de totora prehispánico. Ha llegado a la conclusión de que los antiguos peruanos inventaron el arte de surfear. Todas estas conclusiones son planteados en su libro Mar y olas. Rito y deporte. Del tup o caballito de totora a la moderna tabla o surf: su origen en la costa norte del antiguo Perú" (1500 a.C-1532) (Ed. Universidad La Molina). la edición incluye una entrevista a la surfista Sofía Mulánovich y texto del campeón mundial de tablas 1965, Felipe Pomar Rospigliosi.

Amayo Zevallos es Ph. D. en Historia Económica y Social en la Universidad de Londres y en la Universidad de Pittsburgh. Actualmente es profesor de la Universidad del Estado de Sao Paulo.

“El libro intenta demostrar que el deporte de correr olas, que hoy se conoce como surf, se originó en Perú, no en Hawái. En Hawái, en el siglo XVI, por primera vez se subieron en una tabla, pero en el Perú ya se corrían olas. Primero, cuando apareció el tup, que es el caballito de totora, hace aproximadamente 3 500 años, como tenemos registro de las Pampas de Gramalote, en Trujillo. Este, que sirve para pescar, originó otro que llamó tupe y que era ritual y deportivo. Una representación se halla en la Huaca de la Luna y data de los 600 a.C.

¿Qué pruebas expone usted sobre lo que dice?

En la costa tenemos maravillosos registros. Tenemos esencialmente cerámica y altorrelieves, como el de la Huaca de la Luna.

¿Qué se aprecia allí?

Se ve a un hombre deslizándose en las olas del mar. Esto es del año 600 aproximadamente. Hay otras cerámicas que van hasta el periodo inca. Por ejemplo, el que está en la carátula del libro, que es un chimú o un lambayeque, según Carlos Wester, director del Museo Brüning. Ahí se observa a un hombre sobre una balsa aereodinámica, que parece una bala de cañón. Está sonriente y feliz con los ojos muy abiertos, símbolo de que probablemente usaba el huachuma o cactus San Pedro para realizar estas hazañas de llegar a una isla y recoger un huevo. Tiene un rostro de felicidad, de extraordinario significado por el placer de cruzar olas de mar.

Un tup es el caballo de totora. Explique más el tupe. ¿Qué diferencia hay entre uno y otro?

El tup sirve exclusivamente para pescar, como hasta hoy. Se originó hace 3 500 años y su objetivo es pescar, obviamente que para pescar hay que cruzar las olas del mar. Pero no era para divertirse, sino para llegar a sus lugares de pesca. El tup va a originar otro tipo de balsa, que ya no es para pescar. Por ejemplo, el tup para pescar tiene una parte triangular en la parte posterior para llevar el pescado. Sobre el tupe no hay ningún registro que tenga esa parte para guardar el pescado, es exclusivamente deportivo, como la actividad del hombre-pájaro que consistía en llegar a una isla, recoger un huevo de ave guanera y llevarlo a la costa. Existen varias representaciones, como la de Chancay en que se ve a un hombre entrando al mar en la misma posición que los surfistas modernos, impulsándose con la manos. Está demostrado que esta actividad no se realizó no solo en el norte, sino en diversas partes del Perú. María Rostoworoski dice que llegó hasta Ica. Los chinchas fueron muy importantes en todo lo que se refiere a navegación.

El Kon-Tiki

¿El viaje que hace el noruego Thor Heyerdahl con la balsa Kon-Tiki en 1947, desde el Perú, prueba que Túpac Yupanqui llegó a la Polinesia?

Sin duda alguna. Pero Heyerdahl sobre todo prueba que desde las costas del antiguo Perú se tenía capacidad y técnica naval para llegar hasta la Polinesia. Vino al Perú, construyó la Kon-Tiki, una balsa como lo hacían los antiguos peruanos, hecha de palo de balsa y velas. Heyerdahl navegó esencialmente dejándose llevar por la corriente, pero después se descubrió que los indígenas utilizaban una especie de timón, la llamada tabla huara, con la que incluso podían navegar a contracorriente.

¿Este hallazgo ha sido reconocido internacionalmente?

Estamos en eso. Estoy dando los argumentos para eso. Es decir, mis argumentos están obviamente citando a otros investigadores de Hawái. Mi libro es para demostrar que nosotros, mil años antes que los hawaianos, ya practicábamos esta actividad deportiva de cruzar las olas del mar.

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