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Domingo

La artista que pinta a Toledo

Vicki Behringer dibuja hace 29 años a personajes que afrontan juicios en las cortes de California. Ha estado presente en las últimas audiencias del expresidente Alejandro Toledo y se sorprendió con el histrionismo de Eliane Karp. Su oficio es una rara avis en este siglo de pantallas de vidrio y redes sociales.

Por: Jesica León

En la última audiencia de la Corte Federal del Distrito Norte de California, Alejandro Toledo no lanzó besos a su esposa Eliane Karp. Tampoco abrazos. El expresidente, acusado de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, no estuvo tan comunicativo como en anteriores ocasiones, apenas miraba a la audiencia para saber quién estaba ahí. Lucía cansado. Y débil.

Así lo vio Vicki Behringer, la artista que ha retratado tres de las cuatro audiencias de Alejandro Toledo en la corte encabezada por el juez Thomas S. Hixon. “Toledo estaba muy nervioso. En sus expresiones parecía que casi estaba suplicando al juez”, cuenta.

Mientras que Graham Archer, el abogado de oficio del expresidente, trataba de convencer al magistrado de que aceptara un millón de dólares como fianza, a cambio de la libertad de su patrocinado, Alejandro Toledo bajaba la mirada y cruzaba las manos. “Cerró los ojos un par de veces, porque estaba rezando. Realmente esperaba que el juez lo dejara salir”.

Al otro lado de la sala, Eliane Karp lucía ansiosa. Prestaba mucha atención a los alegatos. En un momento levantó la mano para objetar a la corte y los hombres de seguridad le advirtieron que guarde la compostura. Con sus acuarelas, Vicki capturó ese momento.

Cuando se dispuso que Alejandro Toledo permaneciera en la cárcel de Santa Rita, al existir peligro de fuga, la exprimera dama estalló. Llamó “witches” (brujas) a las fiscales. Gritó “you’re killing him!” (ustedes lo están matando). Y exclamó exaltada “this trial is a joke” (este juicio es una burla). Cuando los policías la tomaron del brazo para sacarla por la fuerza, Eliane Karp insistió en que no quería irse. Su protesta fue inútil.

Acuarelas y asesinos

Vicki estaba sorprendida. En sus 29 años de carrera como artista de corte, solo había visto una reacción parecida a la de Eliane Karp. Sucedió cuando Curtis Dean Anderson, un taxista, fue declarado culpable de secuestro y abuso sexual de una niña de 8 años. Eso ocurrió en octubre del año 2000. El padre de la menor, Juan Carlos Sánchez, saltó la barandilla para atacar a Anderson, pero la seguridad de la corte lo detuvo rápidamente.

Durante tres décadas, Vicki ha retratado a cientos de acusa dos que estaban a punto de ir a la cárcel. Ha visto asesinos, terroristas, estafadores. Ha trabajado en muchos casos grandes. Uno de ellos fue el de la estrella del pop, Michael Jackson, en el 2005, quien afrontaba diez cargos, algunos por abuso sexual a menores. Lo que llamó la atención de Vicki fue lo “poco saludable” que parecía el cantante y a la vez lo “tímido, callado y asustado” que permaneció durante las audiencias.

La ilustradora vive en la ciudad de Sacramento, con su perra Sparkle, una caniche color chocolate de 9 años. Le gusta dibujar a su mascota en diferentes situaciones. En su cuenta de Facebook tiene un retrato de Sparkle en el que aparece como una juez y la corte está integrada por otros perros. Su mascota está a punto de sentenciar al perro Santa Claus “por ladrar en público”.

Cuando era una niña veía a su madre que dibujaba muy bien a pesar de no ser una profesional. Su hermana mayor,Jeanne, estaba en la universidad estudiando arte. “Ambas me animaron a seguir dibujando”. La pequeña Vicki soñaba ser como ellas y hacía garabatos en algunos muebles y paredes de la casa. Una vez le lloró a su madre porque su amigo coloreó de púrpura el traje rojo de Santa Claus. “Mi madre dijo que estaba bien pintarlo del color que quisiera. Lo recordé y ahora sigo mi intuición”.

Vicki se convirtió en una artista de corte por azar. Estudiaba diseño de modas en la Universidad de San Francisco cuando una vecina le dijo: “Sé lo que debes hacer. Deberías ser una artista de sala de corte”. No le hizo caso. Pero su profesor de arte también vio que tenía talento para trabajar entre fiscales y defensores.

Un día, su novia fue en su búsqueda. “Vicki ,estoy contenta de haberte encontrado. La televisión local necesita a un artista de corte de inmediato”,le dijo. El anterior artista había fallecido en un accidente de motocicleta y se avecinaba un juicio muy importante en la ciudad. Vicki habló con el gerente del canal y consiguió una entrevista de inmediato. El gerente vio sus dibujos y la aceptó a prueba. Vicki acudió a la corte al día siguiente y sintió que estaba en el lugar exacto.

Oficio en extinción

Las cortes federales de Estados Unidos prohíben las cámaras de televisión en las audiencias. El dibujo de corte nació en respuesta al show mediático que se armó en 1935 con el secuestro y asesinato del hijo pequeño del aviador Charles Lindbergh. Las cámaras de los noticieros, los trípodes y las luces sobrepasaron los límites y esto disgustó a la Asociación de Abogados de los Estados Unidos, que prohibió a los reporteros. Los medios tuvieron que buscar otra forma de hacer su cobertura.

Sin embargo, son cada vez más los jueces que aceptan las grabaciones en las audiencias,por la presión de los medios. Este oficio corre el riesgo de desaparecer.

Antes de 1980 solía haber muchos más artistas de corte.Cada cadena de televisión y periódico tenía uno, pero a partir de esa década se permitió que más cámaras ingresaran a los tribunales. Por ello, muchos artistas dejaron este oficio. “Sospecho que hay de 2 a 4 artistas por área metropolitana importante en los Estados Unidos. Debido a las redes sociales, todos nos estamos conociendo un poco”, dice la ilustradora.

Ese es un cambio drástico. En 1991, cuando Vicki empezó a trabajar en este oficio,había entre 3 y 4 artistas en cada audiencia. Hoy solo hay uno y trabaja para más de un medio.

¿Cuál es la diferencia entre tu trabajo y el de un fotógrafo?, le preguntamos. “Con la fotografía obtienes lo real, pero conmigo tienes una interpretación. El fotógrafo solo puede tomar una escena. Solo pueden fotografiar,al acusado y a su abogado, pero yo puedo tratar de obtener toda la escena en un boceto que es físicamente imposible para una cámara de fotos”.

El riesgo que se corre con una audiencia fotografiada o televisada es que el testigo, el juez o los abogados “jueguen” con la cámara. “Se pueden sentir cohibidos porque saben que la cámara está allí y pueden cambiar las cosas. El juez no quiere que se cambie nada. El juez quiere que todos hagan su trabajo”.

El tiempo máximo que demora para hacer un boceto es de una hora y media. Se toma el tiempo de investigar a los acusados que va a retratar. Si hay alguien famoso, lo busca en el internet para estudiar sus facciones.

No siempre tiene un lugar fijo en la corte. El asistente del juez le designa el sitio donde se ubicará. De allí no puede moverse nunca. Si tiene suerte estará en primera fila. En la última audiencia del caso Toledo estuvo frente a él, a unos cinco metros, y podía ver su perfil.

A veces, algún abogado le ha pedido en broma que le mejore la nariz, que no le dibuje la papada o que le aumente un poco el cabello,Vicki no recuerda nombres. Con sus acuarelas, lápiz y tintas, Vicki trata de que sus personajes se vean lo mejor posible sin perder el realismo. Captura todo el drama que se vive en una corte. ¿También hay un courtroom artist en Perú?, pregunta con genuina curiosidad. Nunca imaginó que sus bocetos tendrían tanto impacto en un país que no conoce


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