Alerta: algunas razones por las que jamás debería visitar el VRAEM

El Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) es un destino peligroso para cualquier turista. El riesgo es tan alto que existe la posibilidad de que usted no retorne a su punto de partida. Conozca las razones en la siguiente crónica, escrita por un sobreviviente de esa aventura. ,Gunther Félix / Revista Rumbos ¡Advertencia! Queda en claro que este modesto redactor solo cumple su deber de advertir los motivos por los que no debe viajar al Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Y no se hace responsable de lo que le pueda suceder si usted dirige sus pasos por este temido paraje. PUEDES VER: Kimbiri: fiesta ecoturística en la otra cara del VRAEM En el corazón del VRAEM, en plena selva de la provincia cusqueña de La Convención, usted se arriesgará a incursionar a sectores del bosque que han sido tomado por hombres y mujeres que ejecutan un plan revolucionario en el que usted será cómplice y partícipe. No hay salvación. Ese será su destino en las parcelas agroturísticas que reemplazan los cultivos de coca. Mujer ashaninka modela cerca a los pozos que hay en el centro poblado de Catarata. Foto: Jorge Calderón. Si usted desoyera nuestra recomendación, es muy probable que su expedición se inicie en San Francisco (Ayacucho), la puerta que siempre está abierta para quienes se atreven a visitar a dos potenciales distritos turísticos: Kimbiri y Pichari, los 'diamantes en bruto del VRAEM'. Y no intente cerrar sus ojos ni cubrir sus orejas con las manos al cruzar esta valla que separa Cusco y Ayacucho. Haga lo que haga, usted será sometido por la fiereza de un grupo de cataratas de más de 100 metros de altura (como San Luis, Golondrinas, Ángel y Ángela). El sometimiento incluye el internamiento por rumbos boscosos que conducen a los balnearios y puertos fluviales del sinuoso río Apurímac, un torrente perfecto para el canotaje y el camarotaje (descenso con cámara inflable). Las aguas del río Apurímac separan San Francisco (Ayacucho) y Kimbiri (Cusco). Foto: Jorge Calderón Se equivoca si cree que podrá huír por el agua. El VRAEM es un laberinto de verdor que no lo dejará escapar fácilmente. Así que para evitar ser 'rehén' de la naturaleza, le recomendamos no venir jamás ni a Pichari ni a Kimbiri. En estos valles temibles le podría ocurrir lo mismo con la gastronomía. Y es que le será dificil resistir el deliciso 'bombardeo' de los platillos a base de pacos, tilapias y paiches que se crían en las piscigranjas municipales. Usted podría perderse para siempre en esta geografía si llegara a probar el paco a la maricella, y, más aún, si se anima a acompañarlo con un refresco de aguaje, un jugo de frutas nativas (cocona) y la chicha de plátano que siempre cae bien al mediodía. Y como no queremos que le suceda ninguna de las cosas terribles que hemos descrito en estos párrafos, es que le recomendamos no visitar el VRAEM, salvo que quiera arriesgarse a vivir una experiencia distinta. Eso sí, no se queje ni nos eche la culpa si no quiere volver a la ciudad. En el VRAEM degustará deliciosos peces amazónicos. Foto: Jorge Calderón En Rumbo Ruta: Por carretera de Lima hasta Ayacucho. Viaje: 10 horas (www.cruzdelsur.com.pe). Luego en colectivo hasta Kimbiri. Tiempo: 4 horas. Tour: Explora los atractivos de Pichari y Kimbiri (Cusco) con Zumag Perú Tour Operador. Correo: tours@zumagperu.com.