Pozuzo: experiencia vivencial en una tierra de colonos

Baile de los gallitos de las rocas, desayunos con sabor de hogar, aventuras en el río y en el campo en Pozuzo (Oxapampa), un destino verde en Pasco. ,Ivan Reyna / Revista Rumbos El camino a Pozuzo nos asombra no solo por las cataratas de Rayantambo (la casa del rayo) y Torrebamba de 35 metros de caída, sino por el espectacular baile de los gallitos de las rocas juveniles en el sector de Huampal del Parque Nacional Yanachaga Chemillén. PUEDES VER: Lúcumo: los caminos de las lomas | FOTOS No hay que caminar ni explorar demasiado para verlos. El 'baile' se observa desde uno de los lados de la carretera que conduce a Pozuzo, después de un viaje de dos horas y media de Oxapampa, capital de la provincia del mismo nombre en la región Pasco. Continuamos la ruta y luego respiramos la brisa de la cascada Paccha, conocida por sus historias de apariciones de la Virgen María. Esa es la antesala del desayuno-almuerzo en El Típico Pozucino de Hilda Egg, quien nos revitalizada con un wiener schinitzel, un filete con sabor vienés. Mirador del verdor en Pozuzo. Foto: Manuel Rentería Después iríamos a hacer canotaje con los amigos Ronald “el gringo” Ballestero y Marcus Witting. Surcar el río Huancabamba es fascinante, desafiar sus rápidos y nadar en sus remansos permite contactarse con la naturaleza. Antes de expirar el día, cruzamos el histórico Puente Emperador Guillermo I, luego subimos al mirador de la colonia austriaca para contemplar la ciudad y el atardecer. En la noche llegamos al local de Juan Egg para refrescarnos con la cerveza artesanal Dörchen Bier. Su creador nos comenta que el nombre de Dörchen viene de una jerga austriaca que quiere decir muchachos alegres y divertidos; mientras que Bier significa cerveza. Salud entonces con la cerveza de los muchachos divertidos que lleva como ingredientes cebada malteada, lúpulo, agua y levadura. Una delicia servida en shopp y que solo se degusta en Pozuzo. Pancitos con sabor a campo en una casa típica de Pozuzo.. Foto: Manuel Rentería A la mañana siguiente y luego del descanso reponedor en el hospedaje Haus Köhel (otro paraíso), pasamos por la plaza de Prusia y su magnífica tranquilidad, antes de llegar a la Casa Típica Stadler de Gustavo Schmidt y Ketty Fásil, para ordeñar vacas, conocer y manipular las herramientas antiguas de los colonos, degustar un exquisito desayuno con mantequilla, leche de vaca, strudel, mermeladas, queso fresco, huevo revuelto, panes, jugo de piña. Todo con sabor a campiña. Lo máximo. Este es el verdadero concepto de turismo vivencial.