Meretari: un tobogán natural en la Selva Central

Surcar las aguas del río Perené para realizar un trekking de 30 minutos hacia varias cataratas y un tobogán de 30 metros, es una de las aventuras a pura selva que se viven en Satipo (Junín).,Gunther Félix / Revista Rumbos Terco y audaz, insiste en surcar el caudaloso río Perené. Así se muestra el bizarro deslizador Luis y Miguel que navega con osadía en contra de la corriente, su objetivo: adentrarse en la naturaleza hasta arribar en la quebrada de Meretari, un paraje ecológico escondido en lo profundo verdor de Satipo (Junín). PUEDES VER: Satipo: entre el relajo y la aventura en las cataratas San Andrés y La Jungla La travesía continúa por el torrente que aleja a la embarcación del puerto Chata, punto de partida de las lanchas que llegan hasta Atalaya (Ucayali) y de las tres balsas de madera sobre las que se posa una plataforma en la que se acomodan las camionetas para cruzar el río. Así, después del viaje acuático, llegan a la otra orilla, para volver a encender sus motores. Relajo y belleza natural en los toboganes de Meretari. Foto:Wendy Rojas Ahora la superficie fluvial se vuelve una playa de arena fina. Es un paraíso verde que parece extenerse hasta el infinito. Sí, es nuestro primer encuentro cercano con el bosque. Y no, no será sencillo atravesarlo. Toboganes y cataratas Atrévase a deslizarse por estos rápidos de la Selva Central. Foto: Wendy Rojas “Este recorrido tiene poca intervención, así que vamos a ingresar a un lugar de muchas especies. Miles de ojos nos observan. Miren bien en donde pondrán las manos”, advierte y recomienda Henry Gines, excursionista y guía local. Pero el agreste panorama termina seduciendo a los viajeros. Ellos quieren explorar la selva, entonces, el nerviosismo se disipa. Los foráneos se adentran en la espesura. Sus pasos se moldean a las dificultades del camino: trochas, riachuelos y lodo son los obstáculos que tienen que superar durante 30 minutos. A medio camino, un tobogán de piedra creado por la misma naturaleza, sorprende a los exploradores. Se detienen, lo admiran, no pueden resistirse a un refrescante chapuzón, resbalándose por ese bajada de piedra de 30 metros de largo. El color del cielo cambia. La odisea sigue hasta encontrarnos con el tesoro escondido: Meretari, una catarata de 14 metros de altura, cuyas aguas golpean las rocas formando así una piscina natural. A un lado, más caídas de agua sobresalen de las paredes rocosas como si fuesen duchas naturales. Así de fascinante es este complejo ecológico en el límite de la selva alta y baja. Trochas de aventura en los alrededores de la catarata. Foto: Wendy Rojas En Rumbo Ruta: De Lima a Satipo (Junín) por vía terrestre a través de la agencia de viaje Zumagperu Tour. Tiempo: 8 horas. Luego tomar los colectivos que se dirigen a Puerto Chata (distrito Mazamari). Estadía: En el hospedaje San Luis pasará una buena noche. Precaución: Llevar repelente, bloqueador y un gorro.