Cambios en el Polo Norte, cambios en nuestra casa

Mientras en la Antartida se derriten y desprenden enormes icebergs, nosotros podemos ser parte del cambio desde nuestras propias casas.,No hay duda de que el mundo está cambiando. Dejando de lado el cambio que atravesamos todos los seres humanos por estas nuevas tecnologías, el planeta tierra está sufriendo variaciones geológicas cada vez más notorias, y si, tenemos parte de esta responsabilidad. PUEDES LEER: Las orcas también evolucionan En la costa oriental de la península antártica, en el mar de Weddell, se encuentra el glaciar “Larsen C”, este inmenso iceberg 5000 km2 aproximadamente (más o menos el tamaño de la isla caribeña Trinidad y Tobago) y de 350 metro de espesor no es una simple maravilla visual de la naturaleza, sino que ayuda a frenar el flujo de los glaciares que vienen detrás y con ello, impide o retrasa el flujo hacia los mares. Sin embargo, según análisis de científicos de la Universidad de Swansea (Reino Unido) una grieta se extiende lentamente por la barrera de hielo Larsen C. Esta no es noticia nueva, pues la grieta se ha manifestado desde hace ya algunos años. La preocupación se ha desatado recientemente, pues esta grieta aumentó de tamaño abruptamente el mes pasado, creciendo en unos 18 kilómetros, de miedo. Las consecuencias de este desprendimiento son más preocupantes de lo que parece. Más allá de cambiar el paisaje y mapa de la península antártica, pues estamos hablando de un área de más de 5.000 kilómetros cuadrados flotando en el mar, el desprendimiento del Larsen C implicaría una pérdida de barreras alrededor del continente helado y esto provocará que los glaciares se deslicen más rápido hacia el mar en medio de un aumento de las temperaturas por el calentamiento global, trayendo la preocupante consecuencia de elevación de los niveles del océano. Los estudios han calculado que esta alza sería, aproximadamente, 10 centímetros en los océanos del mundo. Toda esta situación se agrava por el calentamiento global. Según el Servicio del Cambio Climático de Copérnico, un programa de la Unión Europea, el año pasado fue el más caluroso registrado, alimentado por gases de efecto invernadero y el fenómeno climático El Niño. Entonces, ¿Qué podemos hacer al respecto? Más allá de compartir cadenas en internet o ser un activista cibernético (lo cual no se desmerece), es posible poner nuestro granito de arena para frenar o menguar esta problemática de manera directa y desde nuestra propia casa. 1. Lo Básico Desenchufa los artefactos que no estés utilizando, tanto lo usual como cargadores de teléfono o laptops como aparatos más estables (lámparas, televisores, computadoras de escritorio). 2. Las famosas 3R Reduce: Consume menos y de manera más eficiente. Reutiliza: Aprovéchate de los mercados de segunda mano, para dar otra oportunidad a aquello que ya no usas o hacerte con algo que necesitas y que otra persona ha desechado. ¡Puedes practicar también el intercambio o trueque! Recicla: envases, residuos electrónicos, etc. ¿Sabes que puedes ahorrar más de 730 kilos de CO2 al año sólo con reciclar la mitad de la basura que se genera en el hogar? 3. Bájale a la carne roja El consumo excesivo de carne de res, aunque no lo creas, tiene impacto en el medio ambiente. Las condiciones para mantener activa este campo de la ganadería implica no solo cantidades monumentales de dinero, sino de AGUA. Al mismo tiempo, el espacio de áreas verdes se ve cada vez más reducido dada la demanda del consumo de este animal. 4. Amor de dos ruedas Una forma de aportar a frenar el cambio climático y, a la vez, de aminorar el terrible mal del tráfico que aqueja nuestra ciudad, es usando más bicicletas y menos autos. Sabemos que nuestra ciudad no es tan bicilover, así que es necesario que estés atento al montar bicicletas y uses las vías autorizadas, así como los implementos de protección adecuados. 5. Planta un árbol Esta no es una opción para muchos, pues ahora lo usual es vivir en departamentos. Sin embargo esta no es una excusa. Es posible tener plantas más pequeñas en macetas adecuadas al tamaño del balcón o ventana. Las opciones para plantar son infinitas. Hay quienes aprovechan esto y siembras plantas pequeñas que son útiles para cocinar. Si te das cuenta, todas las recomendaciones apuntan no solo a reducir el impacto del cambio climático, sino también el impacto en tu bolsillo. Ya no hay excusas, es muy fácil ser parte del cambio.