Bianca Dager: Desde la cuna debemos estar comprometidos con el medioambiente

La directora Corporativa de Soluciones Ambientales Totales y de los Premios Latinoamérica Verde, concedió una entrevista exclusiva a Rumbos, para explicar los alcances de los llamados 'Oscar del mediambiente'.,Iván Vicente / Revista Rumbos Hasta el 21 de mayo los emprendedores, las entidades del estado, las pequeñas y medianas empresas, las oenegés y las empresas privada que estén o hayan ejecutado un proyecto sostenible con réditos ambientales, pueden postular gratuitamente a los Premios Latinoamérica Verde, considerados como los Oscar del medioambiente. PUEDES VER: Apurímac: la ruta divina de Abancay, Andahuaylas y Aymaraes La premiación de este evento -que reúne a la más grande comunidad de personas comprometidas con el bienestar del planeta- se desarrollará del 23 al 25 de agosto en Guayaquil, Ecuador. Además se exhibirán 500 proyectos y, los tres finalistas de cada categoría, tendrán la oportunidad de contactarse con aliados estratégicos, para el financiamiento de sus emprendimientos en otras ciudades latinoamericanas. Para saber más de este importante premio, Rumbos conversó en exclusiva con la directora Corporativa de Soluciones Ambientales Totales y de los Premios Latinoamérica Verde, Bianca Dager. ¿En qué consisten los Premios Latinoamérica Verde? Nosotros como Soluciones Ambientales Totales (Sambito), la empresa ecuatoriana creadora de este evento, nos dimos cuenta que era complicado conectarte con gente de otros países que ya estaban trabajando proyectos e iniciativas ambientales o buscando alianzas. Según un estudio de la Rice University en Houston (Texas, Estados Unidos) más del 85 por ciento de las personas que inician un proyectos de sostenibilidad o para solucionar un problema de carácter social o ambiental, fracasan en el primer año. Muchas veces lo hacen por frustración, porque sienten que el problema es mucho más grande que uno. Teniendo en cuenta estos elementos, decidimos crear los Premios Latinoamérica Verde. Estos, además de reconocer a los ganadores, permite reunir en un solo lugar a los 500 mejores casos de socioambientales de América Latina. ¿Y a qué se debe que antes no se hayan existidos estos espacios masivos? Premios en materia ambiental hay muchísimos, pero son muy específicos, y, a veces, son como de perfil muy técnico. No necesitas ser un experto o especialista ambiental para dar el giro a lo que estás haciendo desde la parte empresarial, corporativa y demás. Lo que necesitas es tener sentido común. Quiere decir que una persona con una educación básica, pero con una idea de recursos mínimos y amplio desarrollo, ¿puede participar? Por supuesto. Nuestra propuesta de valor es juntar anualmente los 500 mejores proyectos socioambientales de América Latina. Probablemente el que esté en el puesto 500 no sea una lumbrera, pero nosotros no solo reconocemos la idea sino la la ejecución. Es así que durante el evento nacen potenciales alianzas colaborativas y propuestas de financiamiento, porque el entorno y el desafío son importantes. Existe la categoría inclusión social y reducción de desigualdad, ¿de qué manera estas se relacionan con la conciencia ambiental? No estamos aislados del ambiente, somos parte fundamental. Por ejemplo, un proyecto de conservación de océanos en el que se trabaja por la biodiversidad marina y la calidad de los océanos, permite obtener recursos sanos. Esto impacta indirectamente en las comunidades cercana, y, también, entre los turistas. El ser humano es muy importante en la mitigación e, inclusive, en la adaptación del cambio climático. Cuando hablamos de pobreza y de accesos a oportunidades, estamos combatiendo directamente el cambio climático. Cuando una persona está por debajo de la línea de extrema pobreza y no cubre sus necesidades básicas, cómo le dices que no tale un árbol o no apoye la tala ilegal. Por eso es muy importante que aquellas personas tengan oportunidades y puedan acceder a una económica que cubra lo más urgente y vital. ¿Desde qué momento una persona se debe sentir comprometida con el medioambiente? Desde la cuna debe estar comprometida con el medioambiente. En ese sentido el entorno familiar es muy importante. Es muy fácil trasladar la responsabilidad a otros. Por ejemplo, cuando somos padres decimos que las escuelas y colegios deberían empezar con los temas ambientales. A pesar de esa queja, ocurren cambios en las escuelas, donde ya se ven transversalmente los temas ambientales. Tenemos una responsabilidad a nivel de información, el reto de cada uno es como logramos que esta información se traduzca en contenido lógico y en una acción puntual. Debemos de dejar de pensar que la respuesta está en los gobiernos. Todos nosotros, desde que nos levantamos, debemos tener en mente tres o cuatro opciones concretas a favor del medioambiente. Si eso lo hacemos todos los días el impacto sería muy importante. De las 50 propuestas que presentó Perú el año pasado al concurso, solo el 7 por ciento estuvo asociado a alguna entidad pública… Eso es normal. Por ejemplo, una gran política pública dinamiza un sinnúmero de acciones concretas desde el sector privado. De los 24 países que postularon el año pasado, diez se presentaron con política pública; también es importante decir que trabajamos de la mano con los ministerios de Ambiente y de Producción. El año pasado Perú presentó casos en todas las categorías ¿Eso a usted qué le indica? Es una extraordinaria noticia. Quiere decir que hay respuesta y gestión en diferentes áreas. Tengo mucha ilusión de los casos peruanos en gestión urbana, porque sabemos que la población está muy concentrada en Lima, entonces, como tal, es importante saber la lógica, las acciones y los proyectos de las ciudades emergentes, para darnos cuentan si buscan ser ciudades inteligentes o ciudades más verdes. Entre los proyectos que han presentado las comunidades indígenas, ¿cuál fue la de mayor reconocimiento? El ganador de la categoría biodiversidad fue Las Wao, un proyecto de la amazonia ecuatoriana. En una zona muy importante que es la Reserva Biósfera del Yasuní, un grupo de mujeres dijo: nosotras no podemos vivir del petróleo. Lo que hicieron fue producir cacao orgánico, pero en armonía con su entorno. Este se vende internacionalmente. Desde que recibieron el premio, ellas se han hecho muy visibles y han diversificado su trabajo con una línea de joyería. ¿Cómo una empresa puede ser 'doblemente verde' y qué tan rentable es? Es muy interesante lo que está pasando internacionalmente. Hasta el año pasado, cuando te reunías con un potencial inversionistas o ibas en busca de los fondos ambientales, te miraban mal si les decías que eras una empresa. Ahora, los principales fondos, sean no reembolsables o sean créditos, reconocen que se necesita de la empresa privada, porque muchas veces la lógica de una oenegé no tiene el sentido de urgencia de una empresa privada. Lógicamente, estamos hablando de una empresa privada que logre balancear su economía. Alguna empresa de ese tipo… Hay muchísimas. La empresa Patagonia, que vende ropa deportiva, es un buen ejemplo. En un black friday (temporada de compas y remates) mientras las demás tiendas decían 2 por 1 o 3 por 2, ellos pusieron: “no compres si no necesitas”. Esto ha hecho que todos los años crezcan 15 por ciento en su valoración accionaria. Además, su oferta de valor es: mi ropa te dura 30 años y, cuando ya no puedas remendarla más, tráela y tienes un descuento. También dicen: antes de comprar pregúntate si realmente lo utilizas. ¿En qué categoría se inscriben más casos? Los más populares son desarrollo humano e inclusión Social, y manejo de residuos sólidos. Entre los primeros resaltan la equinoterapia para niños con síndrome de down, donde se ayuda a estas personas a que puedan ocupar ciertos puestos de trabajo en algunos lugares; y los proyectos de emprendimiento con carácter de género. El tema de manejo de residuos es hoy una tendencia muy importante, porque muchos países de la región están teniendo políticas claras respecto al reciclaje. ¿Cómo ha sido la participación de proyectos de mujeres? Un caso que me gusta mucho compartir es: Yo Composteo de Costa Rica. Es sobre una mujer que estudió agricultura, pero que se casó y tuvo dos hijos. Ahora es ama de casa y su esposo trabaja lejos. Ella entendió que habia que hacer algo con nuestros residuos. En Latinoamérica, el 60 por ciento de residuos orgánicos se generan en el hogar, pero nadie hace nada a nivel urbano. Entonces, revisó los problemas: la falta de espacio, el olor de los residuos, la falta de tiempo. A partir de ahí diseñó una tecnología que consiste en un pequeño tacho de basura. Este no ocupa demasiado espacio y aprender a usarlo es aprueba de tontos. Su proyecto permite convertir esos residuos en abono para las plantas. ¡Bingo!