Hombre ebrio llega a escalar una montaña en los Alpes, en solo una noche

Como si se tratase de una película, este hombre decidió divertirse hasta muy tarde, pero al momento de regresar a su hotel, tomó un camino incorrecto.,¡Increíble! Un hombre se excedió de copas, busca su hotel, se pierde y termina a 2400 metros sobre el nivel del mar. No, no se trata de la sinopsis de una nueva entrega para “Hangover”, sino la historia de Pavel, un turista estonio de 30 años, que se fue de vacaciones a disfrutar del esquí en los Alpes. Una de esas tardes, decidió irse a una fiesta, pero pese a que el último bus sale a las 7:30 pm, él decidió seguir de fiesta hasta que cerraron el bar. Por la hora, no tuvo otra opción que volver caminando a su hotel. Debido a su estado y la oscuridad, cambió la ruta de su camino y fue en dirección opuesta. PUEDES VER Los 10 países más seguros si se desata una Tercera Guerra Mundial Él siguió caminando, hasta que en algún momento tuvo que comenzar a escalar, porque es la única forma de explicar que amaneció a 2400 metros sobre el nivel del mar, superando en el camino una pendiente de 400 metros. Cuando llegó al final, apareció frente a él un restaurante llamado “Igloo”, que está sobre la pista Ventina, reservada sobre todo para competiciones de esquí en la estación de Cervina. Pavel creyó que este era su hotel, por lo que probó insertar la lleva, pero esta no daba. A pesar de eso, él abrió la puerta. Ya adentro, tomó dos botellas de agua, para calmar la deshidratación de la ascensión y tal vez la resaca, luego se echó a dormir en el primer sitio que encontró cómodo. Para su suerte, este lugar tenía un banco lleno de cojines en el recibidor del establecimiento. A la mañana siguiente, el cocinero y el camarero, lo encontraron dentro de la tienda e inmediatamente fueron a dar el anuncio. Posteriormente uno de los trabajadores del lugar indicó que no sabe cómo pudo tener fuerzas físicas para llegar a tal lugar. Para alguien que quiera hacer este camino, debe contar con una ropa apropiada y un camino guiado, tomando una a dos horas para llegar. El estonio, no tenía ninguno de los dos requisitos, además, contó con la fortuna de desviarse del camino, pues su vida habría corrido mucho riesgo. Cuando Pavel despertó no recordó nada de lo que pasó la noche anterior, solo creía que iba camino a su hotel y según cuenta la dueña del local, se disculpaba una y otra vez, asegurando que no tocó absolutamente nada. Lo que tampoco sabía Pavel, era que el hotel había reportado su ausencia y se estaba organizando una misión de búsqueda para localizarlo con perros y drones. Claro está, que a nadie se le hubiese ocurrido buscar en la cima de la montaña. Un día después, el turista volvió a subir a la cima, solo que esta vez en una moto, de día y en completo estado normal. Le regaló una botella de vino a la dueña del local y se tomó una foto para el recuerdo. Pavel, es el tipo a la derecha en la foto que verás a continuación.