En la actualidad, es normal que millones de personas guarden sus datos personales en la inmensidad de la red. Por ese motivo, los ciberdelincuentes ya han puesto su atención en ello para efectuar prácticas criminales con la intención de obtener dichas informaciones valiosas. Por ese motivo, son muchos quienes han sido estafados por correo electrónico o por mensaje de texto (SMS), por lo que en esta nota te contaremos qué debes tener en cuenta para que evites ser afectado.
En primer lugar, debes observar a detalle la redacción del correo, porque si presenta errores ortográficos o gramaticales, es muy probable que se trate de alguien que desea engañarte. La mayoría de phishings presentan faltas de tildes o fallos de concordancia de género, ya que traducen sus mensajes en inglés y, por ello, salen imprecisiones de las herramientas que utilizan.
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Por otro lado, verifica la dirección que utilizan, porque la mayoría de estafadores que pretenden suplantar a una empresa usan un correo de un servicio gratuito como Gmail, Outlook o Yahoo en vez de una corporativa.
Asimismo, las webs certificadas se basan en protocolos de seguridad, por lo que los enlaces que te puedan compartir deben empezar por “https://”. Con ello sabrás que la navegación es privada y tus datos no estarán expuestos.
También, procura evitar compartir información personal de importancia, como tus contraseñas o detalles de tus tarjetas bancarias.
Las estafas SMS también presentan errores ortográficos y gramaticales. Además, el número de teléfono del remitente no coincide con alguno vinculado a la empresa que suplantan.
En la mayoría de casos, te presionan sobre un asunto de suma urgencia, como el pago de un recibo, el recorte de línea y más situaciones similares. Para ello, lo más simple es que te contactes con la compañía en cuestión mediante sus canales oficiales de atención.
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Por último, no dejes de sospechar en aquellos mensajes que te incitan a darle ‘clic’ a un enlace determinado. Evita hacerlo y más si es desde tu celular.