Baja calidad

El Congreso sin agenda parlamentaria.,Este diario ha documentado que en 10 meses de legislatura, la bancada de Fuerza Popular ha presentado alrededor de 600 proyectos de ley, de los cuales 36 se han convertido en normas promulgadas y por lo tanto vigentes. Esta cifra es elevada comparada con las leyes aprobadas a iniciativa de las otras bancadas, agrupaciones del Parlamento, como Acción Popular (3), Alianza para el Progreso (5), Frente Amplio (2), Apra (7) y Peruanos por el Kambio (5). El desagregado de las leyes aprobadas indica una producción de baja calidad. Un porcentaje importante de normas han sido aquellas que el Congreso estaba obligado a emitirlas como las que se refieren al presupuesto y endeudamiento, y otras a la revisión de la legislación delegada, es decir, los 112 decretos legislativos dictados por el Ejecutivo, punto en el que se advierte la obsesión del fujimorismo por erradicar toda mención a la igualdad de género. Otras normas son con respecto a cambios en el Reglamento del Congreso y las leyes que declaran de necesidad pública algunas obras, sin efecto vinculante pero útil para la campaña populista de los congresistas entre sus electores. Pocas normas de impacto positivo y profundo en el sistema se han dictado en este tiempo. El balance de las normas aprobadas y lo que tienen entre manos las comisiones ordinarias no es prometedor. Contrasta con la promesa de Keiko Fujimori de convertir su programa parlamentario en leyes, y se parece más a la figura de leyes expedidas como “por un tubo” expresada por el legislador fujimorista Francesco Petrozzi, solo que parece que ese tubo traslada cualquier iniciativa. También es cierto que las otras bancadas han aceptado esa dinámica parlamentaria y acompañan gustosas al empobrecimiento de la agenda legislativa. No se aprecia en ellas una oposición a que el Congreso se transforme en una agencia de leyes anodinas. La revisión de los proyectos de ley de las bancadas arroja la misma conclusión: proyectos de baja calidad, escasa justificación y bajo impacto real. La gran responsable de esta situación es la bancada fujimorista, que dirige el Congreso con una cómoda mayoría parlamentaria absoluta que, no obstante, no ha servido para promover esperadas reformas, además de aquella que establece la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. La que se debatirá estos días, la reelección de los alcaldes, es una broma de mal gusto considerando que la misma bancada propuso hace menos de dos años prohibirla. En cambio, a pesar de la insistencia de los organismos electorales Fuerza Popular ha decidido cancelar la reforma electoral, la más necesaria de las reformas, y ha congelado los cambios al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y en la descentralización. Debe volver a ponerse al debate la agenda parlamentaria y su calidad. El fujimorismo debe honrar el encargo ciudadano y emprender los cambios ofrecidos y necesarios. Es tiempo aún para que las bancadas se lo exijan y para que desde la sociedad se demande un mejor Parlamento, en el fondo y la forma. La gobernabilidad también se juega en este ámbito de la agenda pública.

Baja calidad

Ofertas

Cineplanet

La Bistecca

Cinemark

Perulandia

Lo Más Reciente