Contra los parches

El JNE emplaza al Congreso por la reforma electoral.,El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha salido al frente de las dilaciones y ha emplazado al Congreso de la República a llevar adelante una reforma electoral integral “para reforzar el sistema democrático peruano y garantizar unas elecciones municipales y regionales sin vacíos ni contradicciones”. El titular del JNE, Víctor Ticona, ha desvirtuado el argumento feble exhibido por el presidente de la Comisión de Constitución, Miguel Torres, y ha señalado que sí hay tiempo para debatir los cambios hasta el mes de diciembre. Ticona ha cuestionado la idea de “una reforma de emergencia o de leyes parches” que como en el pasado causarían inconvenientes. De ese modo, el JNE respalda el predictamen del grupo de trabajo presidido por la parlamentaria Patricia Donayre, el mismo que Ticona ha pedido evaluar debidamente y que no sea calificado como un simple insumo. Como se sabe, el Código Electoral aprobado por este grupo ha recogido los aportes del JNE, la ONPE y el Reniec. La posición del JNE profundiza el debate abierto recientemente en el Parlamento a raíz de la decisión de la mayoría de miembros de la Comisión de Constitución de dejar de lado la aprobación de un Código Electoral ordenado para centrarse en algunas medidas específicas, abandonando la oferta electoral de todos los grupos de producir una reforma profunda en este campo. El argumento esgrimido por la mayoría de la Comisión de Constitución, la falta de tiempo, es a simple vista falaz. Analizada con precisión, es la única excusa pública que se les pudo ocurrir con el riesgo de una severa aclaración del mismo JNE, que es lo que ha sucedido. Las verdaderas razones parecen ser otras y se basan en las discrepancias mostradas en la bancada fujimorista. Un sector de ese grupo estaría en contra de prohibir el financiamiento anónimo y de empresas, de bancarizar los aportes, y de reducir los montos de ingresos por actividades proselitistas. La mayoría de grupos que participaron en la reciente campaña electoral presentaron serias dificultades para justificar sus gastos de campaña y varios aún tienen cuentas pendientes con la ONPE. Entre ellos, es Fuerza Popular el partido con movimientos más sospechosos por lo que se presumía, de acuerdo con sus declaraciones, que les era de sumo interés abocarse a la reforma. Eso no ha sucedido y en cambio pretenden volver a reformar la Constitución para la reelección de los alcaldes y aprobar parches electorales. La posibilidad de que las próximas elecciones regionales y locales sean más borrascosas es de entera responsabilidad del fujimorismo. Sin embargo, a tono con lo expuesto por el presidente del JNE, no solo existe un problema de orden sino también de renovación democrática, es decir, la necesidad de mejorar la democracia interna, ampliar los derechos de participación de las mujeres y jóvenes, impedir las dádivas y reducir el impacto de prácticas populistas, y garantizar que los elegidos sean representantes con una ejecutoria transparente. Es una apuesta por cambiar la historia.

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