TRUMP EN APUROS

Temprano final de la ilusión radical en EEUU.,A pocos meses de haber asumido el poder, la presidencia de Donald Trump tiembla. La razón es la ya conocida desde la campaña electoral: su falta de respeto por las reglas de la política democrática y republicana en las relaciones exteriores.Se suman contra Trump una serie de acusaciones, ahora con más evidencias, sobre su falta de lealtad para con los intereses de EEUU, es decir, sus relaciones sospechosas con Rusia. Esta actitud pudo ser ligeramente tolerada en la campaña electoral considerando su propuesta de reacomodo radical de la política exterior de su país. Sin embargo, la causa rusa abierta contra él va más allá, incluso toca el ejercicio de su presidencia, con un consejero que ocultó sus contactos con los rusos, y un fiscal general que ocultó al Congreso sus reuniones con funcionarios rusos.En los últimos días se han sucedido dos hechos que definen el rumbo de las cosas. Trump ha revelado al canciller y embajador rusos datos sensibles sobre las actividades del grupo terrorista Estado Islámico (EI) que no sería grave si no fuese porque esos datos –sobre los planes terroristas contra la aviación comercial– provienen de aliados de EEUU y han puesto en riesgo a informantes de esos países.La gota que ha rebasado el vaso es la conversación sostenida el pasado 14 de febrero en la Casa Blanca entre Trump y el jefe del FBI, James Comey, destituido fulminantemente la semana pasada. En esa cita, de la que existe un acta levantada por el mismo Comey y luego compartida con sus colaboradores, Trump habría intentado obstruir las investigaciones de la agencia federal al teniente general Mike Flynn, el consejero en seguridad nacional destituido por haber mentido sobre sus conversaciones con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak.El sistema check and balances del sistema norteamericano se ha echado a andar. El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes en manos del Partido Republicano ha solicitado al FBI la entrega de esos documentos de la reunión del 14 de febrero y el FBI ha aceptado colaborar. Además, la presión política y la opinión pública han llevado al Departamento de Justicia a designar un fiscal Ad Hoc del caso, Robert Mueller, director del FBI entre los años 2001 y 2013.Las malas noticias están llegando en cascada. A la noticia de que a Flynn se le ha ofrecido inmunidad a cambio de sus declaraciones se agrega otra. El diario The Washington Post ha revelado que el representante republicano Kevin McCarthy dijo hace un año que “a Trump le paga Putin”, un comentario ante el cual el presidente de esa Cámara, también republicano, exigió a los presentes que juraran no revelar nunca.Lo que está en crisis no solo es la presidencia de Trump sino el modelo Trump, es decir, esa forma temeraria y despiadada de encarar la política, enarbolada como un paradigma de lo público, seguido rápidamente en otros países, incluido el nuestro. Los cortos cuatro meses de la presidencia de Trump han servido para demostrar que esa no es ni la forma ni el contenido y que se ha esfumado tempranamente la ilusión radical.

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