Una ola de frío ártico ha comenzado a impactar a los residentes de Nueva York, transformando la ciudad en un paisaje completamente blanco. Las temperaturas han alcanzado cifras alarmantes, lo que ha llevado a las autoridades a implementar planes de emergencia para proteger a los más afectados.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, las mínimas podrían descender por debajo de los -32 grados Fahrenheit, una cifra que pone en riesgo a miles de personas sin un lugar seguro para resguardarse del clima extremo.
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La ciudad cuenta con una red de albergues administrada por el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS). Estos centros proporcionan espacios cálidos y asistencia básica a quienes lo necesiten. Entre las opciones más destacadas se encuentra The Bowery Mission, donde se brinda ropa, comida caliente y camas.
Organizaciones como Coalition for the Homeless también desempeñan un papel clave, ofreciendo comedores comunitarios y programas de apoyo para quienes enfrentan situaciones difíciles durante el invierno.
Nueva York declaró el Código Azul, un operativo que garantiza el acceso inmediato a refugios para personas sin hogar o de bajos ingresos. Foto: El Diario NY
Esta semana, Nueva York declaró el Código Azul, un operativo que garantiza el acceso inmediato a refugios para personas sin hogar o de bajos ingresos. Los servicios incluyen transporte hacia albergues, así como la distribución de alimentos y mantas para aquellos en mayor vulnerabilidad.
Por su parte, programas como Safe Haven y Samaritan Village trabajan en colaboración con la ciudad para proporcionar alojamientos temporales, atención médica y soluciones a largo plazo para quienes atraviesan esta crisis.
Además de los albergues, el Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda de Nueva York ofrece asistencia a residentes que enfrentan fallas en sus sistemas de calefacción. Solo es necesario marcar el 311 para recibir apoyo técnico o reportar emergencias relacionadas con la falta de calor en el hogar.
Con el invierno en su máximo rigor, las autoridades instan a la población a no ignorar los riesgos asociados con las bajas temperaturas y a buscar ayuda si es necesario.