Picasso visto desde Arequipa

En una sala del Centro Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa, sesenta caricaturas de Pablo Picasso reposan sobre mesas forradas de color negro. Es el tramo final del Gran Premio de Caricatura Málaga Grenet – 2023, que homenajea al artista malagueño, creador del cubismo. En abril se cumplieron 50 años de su muerte y este ha sido el pretexto para convocar a artistas de todo el mundo a recrearlo, con la exageración y distorsión que exige una caricatura. “Cuando ya teníamos a los trabajos finalistas, buscábamos otra cosa. Los trazos eran buenos, pero queríamos algo del mundo interior del personaje, algo en su mirada, en sus gestos”, explica Omar Zevallos, experimentado caricaturista, impulsor y presidente del jurado del concurso.

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Cuando esa selección acabe, quedarán solo cuatro trabajos. Dos venidos de Argentina, uno de España y otro más de Portugal. En total se habrán revisado 414 caricaturas de 316 artistas de 57 países distintos. Nada mal para ser la primera vez. La experiencia ha sido exitosa. El primer concurso internacional de caricatura hecho en el Perú y convocado desde Arequipa ha tenido un buen punto de partida.

El 17 de mayo se informará que el gran ganador del premio Málaga Grenet es el portugués Pedro Silva, un artista graduado en Ingeniería Civil y habituado a los reconocimientos en el circuito internacional de la caricatura que, como parte del premio, viajará por primera vez a Sudamérica y a Arequipa.

“Lo que queríamos era esto, revalorar a Arequipa que es cuna de grandes caricaturistas y darle espacio a nuevos valores”, dice Zevallos, entusiasmado, concentrado en los últimos detalles de la ceremonia de premiación que tendrá lugar el 14 de junio y en la exposición de los sesenta mejores trabajos del certamen.

El homenaje

Cuenta Omar Zevallos que alguna vez le tocó organizar un evento similar en Lima, el Salón del Humor Gráfico. Uno de los grandes invitados a este encuentro fue el célebre caricaturista argentino Hermenegildo Sabat, histórico dibujante del diario El Clarín. Ni bien Sabat puso pie en Lima le pidió un favor a Zevallos: “Llévame al museo del maestro Málaga Grenet”. Con pena, Zevallos tuvo que explicarle que aquel lugar no existía, ni en Lima, ni en Arequipa, y que lo más probable es que el nombre de Málaga no fuera conocido por sus propios paisanos.

El paso del tiempo no ha sido generoso con uno de los más grandes caricaturistas peruanos. Julio Málaga Grenet nació en Arequipa, en 1886, y falleció en 1963. En el Perú trabajó en Monos y Monadas y Variedades, y luego llevó sus lápices a Argentina y Chile, donde fue director de arte de las revistas Caras y Caretas y Zig Zag. En Estados Unidos dibujó para Selecciones y Harper’s, y en Francia publicó en Le Matin, Le Rire y Fantasio. Pero toda esa carrera ha quedado olvidada. Pero no para Zevallos, que con el premio Málaga Grenet quiere reivindicar la obra de este artista trascendental.

“El premio consta de mil dólares, el viaje a Arequipa, que es importante, y una estatuilla de Málaga hecha por Alonso Núñez, que ha quedado muy bonita, y que además es muy meritoria porque no hay muchas fotos de este gran caricaturista”, sostiene el presidente del jurado del concurso.

Su intención es que el certamen se convierta en una tradición anual que sirva para revalorizar a Málaga Grenet, para que artistas jóvenes, provenientes de todo el mundo, se pregunten quién fue. “El Centro Cultural Peruano Norteamericano y otros auspiciadores están de acuerdo en continuar, yo quisiera que el próximo año se lo dediquemos a Marilyn Monroe, pero eso ya lo decidiremos en el camino”, afirma, sonriente.