Los críticos acérrimos ven un potencial Hitler en Donald Trump. Pero acaso deberíamos buscar el inquietante símil en sus inmediaciones. Al notorio multimillonario Elon Musk se le escapó algo muy parecido a un saludo nazi en medio de un grupo de gente. Musk negó que eso fuera lo que muchos vieron, o creyeron ver.
Pero esta semana The Washington Post publicó una nota sobre el bot Grock, una empresa de inteligencia artificial propiedad de Musk. Hasta que fue atajado, Grock se dedicó a difundir mensajes y comentarios antisemitas, y racistas en general, a través de X, también propiedad de Musk. ¿Qué fue lo que pasó?
La compañía dice que el bot fue considerado demasiado convencional y que Musk les pidió volverlo más inconforme, lo cual hicieron. El resultado habría sido el conjunto de exabruptos de IA, que vienen siendo bloqueados por todas partes. La empresa se ha preocupado de impedir que en adelante el mecanismo lance mensajes de odio.
Musk ya era bastante polémico por su razia de empleados federales desde el programa DOGE que se le encomendó, y que luego obligó a separarlo de la Casa Blanca. Ahora es el primer empresario de IA al que el procesador se le escapa, en la peor de las direcciones posibles. Aun así, el propietario insiste en que su producto es el mejor del mundo.
Una inteligencia artificial de última generación suelta en plaza predicando 24/7 lo políticamente incorrecto es un adelanto de lo que se ha venido temiendo sobre el poder de estos superprocesadores. Si Trump y su empresa son inocentes de lo sucedido, la cosa es todavía peor, y el encuentro Grock-discurso racista merece ser estudiado.
El problema es que en este caso Musk no merece realmente el beneficio de la duda, lo cual nos coloca de lleno en las películas de James Bond. Un millonario todopoderoso buscando imponer al mundo un sistema totalitario. Tecnológicamente hablando, los nazis vienen a ser algo del pasado. Lo de actualidad son los millones de dólares y la motosierra.
Pero la amenaza del programa de IA malicioso, sin posibilidad de llamarlo al orden a la brevedad, sigue en la preocupación humana. Cuando las cosas empeoren en este terreno, sin duda el programa Grock y su dueño serán recordados.
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).