Es falso que no existen vacunas contra la COVID-19, como se afirma en un video

Es falso que no existen vacunas contra la COVID-19, como se afirma en un video

Publicaciones de una cuenta de Facebook señalan que las actuales inyecciones contra la COVID-19 “no son vacunas”, pero esto no es cierto.

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En Facebook, Raúl Salazar —que se hace llamar médico cirujano en Colombia— asevera que “no existe vacuna” para la actual enfermedad. “No hay vacuna para el COVID-19 porque aún no se ha terminado la vacuna. Ustedes saben que están haciendo un ensayo, un experimento en humanos. Eso es nazi”, se le escucha decir en un video, publicado el último 2 de agosto y que contempla más de 10.000 reproducciones.

Desliza que no se realizaron pruebas en animales: “Que haga los experimentos como debe de ser en animales de laboratorio o en los laboratorios. No en las personas. Te invito a no vacunarte porque no es una vacuna. (...) Estamos en contra del abuso de la humanidad, de que estén ensayando en humanos algo que debieron probar primero en los laboratorios”.

Asimismo, en otras publicaciones de la cuenta de Facebook, que lleva el nombre de Salazar, se sostiene también que estas inyecciones “no son vacunas” y que, supuestamente, son “experimentos”, ya que no cumplen con los requisitos de una vacuna. Sin embargo, existen distintas vacunas contra la COVID-19. Estas han completado las pruebas en animales y cumplen con los requisitos necesarios para su seguridad.

Publicaciones de la cuenta de Facebook. Foto: capturas en Facebook.

Publicaciones de la cuenta de Facebook. Foto: capturas en Facebook.

Actualmente hay varias vacunas que se aplican en el mundo, como las de Pfizer/BioNTech, AstraZeneca/Oxford, Johnson & Johnson, Moderna, Sinopharm, entre otras, que han sido autorizadas para uso de emergencia por agencias reguladoras nacionales.

La primera inyección que se aprobó con esta modalidad fue la de Pfizer, de la plataforma ARN mensajero, el 11 de diciembre de 2020 por la FDA . Esta agencia estadounidense explica en su página web que este tipo de autorización “es un mecanismo para facilitar la disponibilidad y el uso de contramedidas médicas, incluidas las vacunas, durante las emergencias de salud pública, como la actual pandemia causada por el COVID-19”.

Estas inyecciones han cumplido ciertas condiciones para ser autorizadas por esta forma, según explicó Erika Castillo, PhD en Ciencias Médicas y fundadora de cienciagenerika, en una verificación anterior. Entre algunos de los criterios, indicó que estas se encontraban en la fase 3 de los ensayos clínicos y que reportaron datos de estudios validados sobre eficacia y seguridad. Precisó además que si una vacuna hubiera comprometido el organismo al grado de matar, entonces no se habría aprobado.

También, como se ha concluido en otra verificación, estas vacunas autorizadas no evitan el contagio del virus, pero garantizan en un porcentaje de eficacia alto (mayor al 60%) que los individuos presenten una mejor respuesta inmunitaria para no desarrollar una enfermedad grave o morir a causa de la COVID-19. Esta garantía está dentro del rango que esperaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) que había proporcionado una orientación sobre la eficacia preferida (por lo menos el 70%) y mínima (50%).

Esta institución ha avalado varias de estas vacunas en su listado para uso de emergencia, pese a que no es un requisito para su aplicación en personas.

En el sitio web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se lee: “La OMS solo autorizará su inclusión en la lista para uso en emergencias cuando haya analizado todos los datos de los ensayos. Una vez que las vacunas contra la COVID-19 se aprueban, el seguimiento de la seguridad continúa”.

La institución afirma que todas las vacunas contra la COVID-19 son seguras. Reporta que estas pasan por fases de estudio clínico cuyo objetivo es “garantizar la seguridad y la capacidad de la vacuna para proteger contra la enfermedad (eficacia)”.

Pero ¿cuáles son esas etapas? Todas las vacunas, según la OMS, inician su proceso identificando al antígeno que se usará para generar inmunidad. En el caso del nuevo coronavirus, se eligió la proteína S. El siguiente paso es la etapa preclínica en que se hacen pruebas con animales para saber su seguridad y posibilidades de prevención de la enfermedad.

El tercero es el ensayo clínico donde se prueban con humanos. Esta contempla tres fases que generalmente se diferencian en la cantidad de voluntarios que participan, los objetivos y métodos que emplean. Luego viene la comercialización y el uso a gran escala, aunque el seguimiento continúa.

La OMS contempla un monitor de desarrollo de vacunas en el que muestra en qué etapa se encuentra cada una, las ya aprobadas para su uso de emergencia y las que están aún en estudio. Hasta el 6 de agosto, 110 se hallan en la etapa preclínica y 184, en la clínica.

Etapas del desarrollo de las vacunas. Foto: captura en la web de la OMS.

Etapas del desarrollo de las vacunas. Foto: captura en la web de la OMS.

De acuerdo a un artículo de la revista Nature, publicado en diciembre de 2020, la velocidad con la que se produjeron estas recayó en estas razones: la investigación avanzada de los coronavirus; la financiación en la pruebas de las vacunas en animales y humanos— que por falta de presupuesto tarda años—; la infraestructura tecnológica y los criterios de aprobación, que aunque no se han relajado, han cumplido las condiciones para el uso de emergencia.

Asimismo, en julio de este año, el fact-checking español Maldita desmintió que estas inyecciones “no son vacunas” porque se encuentran en la fase 4 en el que se comercializa y se aplica en gran parte de la población. Explicó que, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), por esta fase pasan todas las vacunas y medicamentos luego de ser aprobados.

Del mismo modo, Chequeado concluyó que es falso que las vacunas sean “desarrollos experimentales”. Enfatizó en la existencia de muchas medidas estrictas de protección de producción de las vacunas. Y, además, agregó que se realizan exámenes de los datos probatorios de la seguridad por el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas.

En julio de 2020, ColombiaCheck desmintió a Raúl Salazar cuando dio a conocer un tratamiento que no mantenía un sustento científico para curar la COVID-19.

Efectividad de las vacunas

Actualmente, varias investigaciones respaldan ahora la efectividad de las vacunas. Por ejemplo, un estudio del Instituto Nacional de Salud (INS) reveló que, en el caso de la Sinopharm, “la prevención de mortalidad por COVID-19 se estimó una efectividad de 46% en trabajadores de salud parcialmente inmunizados y una efectividad del 94% en aquellos que recibieron inmunización completa”.

Otra investigación de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) confirmó que “la recepción de las vacunas Pfizer o Moderna (para la) COVID-19 fue 94% efectiva contra la hospitalización por COVID-19 entre adultos completamente vacunados y 64% efectiva entre adultos parcialmente vacunados”.

Conclusión

Existen vacunas que fueron autorizadas de uso de emergencia contra la COVID-19 que han cumplido con la seguridad y la eficacia que se requería para aplicarse en seres humanos. Varias cuentan con el aval de la OMS. Todas han pasado por la etapa preclínica donde se hacen estudios con animales. Por ello, calificamos los posteos de esta cuenta de Facebook como falsos.

*Para saber si una publicación en las redes sociales es cierta o falsa, puedes pedir a La República que compruebe la información. Envía tu solicitud al apartado Contacto o a nuestro WhatsApp (+51 997 883 271).

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