Video sobre estrés en las personas y uso de mascarillas es engañoso

Video sobre estrés en las personas y uso de mascarillas es engañoso

Una mujer expone que los tapabocas retienen oxígeno y dióxido de carbono, y generan daños. Pero esto no es cierto.

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Un video que contiene declaraciones de una supuesta fisioterapeuta sobre estrés en la coyuntura de la COVID-19 y el uso de las mascarillas ha alcanzado más 12.000 comentarios y 4 millones de reproducciones en Facebook. La mujer dice que las personas mueren por niveles altos de cortisol, producto del estrés, y que los tapabocas retienen oxígeno, dióxido de carbono, ácaros y gérmenes.

Sin embargo, esto es engañoso. Sí existe la posibilidad de morir solo por estrés, pero estos son casos inusuales. El uso de mascarillas no impide el transporte de oxígeno y dióxido de carbono. Tampoco genera daño en las personas, a menos que ellas presenten una piel sensible.

¿La hormona del estrés “mata a las personas”?

La mujer afirma que no estamos frente a una pandemia del nuevo coronavirus, sino en una “pandemia del miedo” porque “la hormona del estrés es lo que te está matando”. “El cortisol en elevadas cantidades en la sangre disminuye el sistema inmunológico (...) Entonces, por más que te alimentes bien o tomes agua (o) por más que hagas ejercicio encerrado en tu casa, si está la hormona del cortisol del miedo puede llegar cualquier virus (y) bacteria”, asegura.

Especialistas Carmen Pedraza Benítez, catedrática de Psicobiología, y Margarita Pérez Martín, profesora de Fisiología y Neurocientífica, de la Universidad de Málaga, explicaron en un artículo de The Conversation que dependerá de muchos factores para que el estrés sea perjudicial como la percepción individual frente a esta.

Manifestaron que la actual situación de la pandemia puede ocasionar “respuestas negativas de estrés” porque es “una situación excepcional que genera incertidumbres sobre el futuro, la salud, la situación económica”. “Al duro aislamiento social por el confinamiento se suma que la carga de trabajo ha aumentado —teletrabajo, conciliación familiar, apoyo escolar de los hijos—. Sin olvidar que, para los jóvenes, la pandemia ha supuesto una amenaza de sus proyectos vitales y una alteración de su estilo de vida”, detallaron.

Sostuvieron que cuando el estrés nos hace sentir que la situación escapa a nuestro control, se produce un aumento de una de las hormonas del estrés, el cortisol. “Como en todo en la vida, hormonalmente necesitamos un equilibrio. El cortisol es necesario para regular numerosas funciones. Pero cuando se rompe ese equilibrio, puede alterar numerosos genes que afectan al sistema inmune y a procesos tan importantes como a la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a nuevas experiencias)”, dicen.

No obstante, advierten que existen estrategias que podemos usar para reducir las consecuencias del estrés como por ejemplo: el ejercicio físico, una alimentación equilibrada, los apoyos sociales y la meditación.

Artículo de The Conversation. Foto: captura de The Conversation.

Artículo de The Conversation. Foto: captura de The Conversation.

Como lo señala Medlineplus, portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el cortisol es una hormona que tiene efectos positivos en casi todo el organismo y ayuda a “responder al estrés”, “combatir las infecciones”, “regular el nivel de azúcar en la sangre” , “mantener la presión arterial”, “regular el metabolismo”, “el proceso por el cual el cuerpo utiliza los alimentos y la energía”.

La magíster Lorena Pastor, psicóloga psicoterapeuta y codirectora del centro Thijs & Pastor Psicoterapeutas Asociadas, declaró a Verificador de La República que con el estrés no solo se libera el cortisol, que es la principal hormona de la misma, sino también adrenalina.

Sentenció que sus causas están asociadas a múltiples factores como la predisposición genética, factores aprendidos para enfrentar el estrés y la personalidad. Pastor confirmó que en la pandemia aumentaron los casos de esta afección y comentó que el miedo es una de las razones, pero consideró otros principalmente: 1) la incertidumbre por lo que pasará y 2) las condiciones en las que vivimos (teletrabajo, estamos en casa, entre otros).

Detalló que una sobreproducción de hormonas, como el cortisol a causa del estrés, puede afectar nuestro sistema inmunológico. “Lo que sucede es que con este nivel alto de estrés, nuestro cuerpo empieza a reaccionar de forma negativa. Al bajar nuestro sistema inmunológico, estamos mucho más predispuestos a no solo contraer la COVID-19, sino cualquier otra enfermedad”, especificó.

No solo eso, agregó que con una liberación excesiva de cortisol tenemos riesgo de padecer ansiedad, depresión, problemas digestivos, cardiopatías, aumento de peso, entre otras.

Pastor dijo que generalmente la muerte por estrés se produce por una combinación con otros factores. “No es que todas las personas nos morimos por estrés, pero si es que la persona ya tiene otras condiciones que le juegan en contra como (la) obesidad, hipertensión u otras enfermedades, el estrés va a complicar la situación de salud de esta persona y podría ocasionar la muerte”, señaló.

La psicóloga explicó que el estrés podría ser una causa indirecta en algunos casos de COVID-19 y que la principal razón de contagio en una persona estresada es porque sus defensas están bajas. Sin embargo, aclaró que el estrés no es una condición obligatoria para contraer COVID-19.

“Hay personas que están bien estresadas o son ansiosas y viven extensas y no se contagian. Depende de otros factores que se combinan como los hábitos de salud, cuánto te expones. Yo puedo estar muy estresada y estar metida en mi casa, tengo mi sistema inmune que no está funcionando como debería ser y puedo agarrar una gripe, pero no necesariamente pueda ser COVID-19”, precisó.

Finalmente, dio recomendaciones para reducir el riesgo de estrés en la actual pandemia:

Mantener hábitos saludables como una buena alimentación y ejercicio
Regular los patrones de sueño
Mantener rutinas ordenadas y organizadas para cumplirlas
Tener actividades de ocio y distracción
Aprender técnicas de respiración y relajación
Aprender a manejar mis pensamientos para identificar aquellos que son negativos y así saber cómo poder combatirlos
Evitar la sobrexposición a la lectura y televisiva, ya que podemos caer en una sobreinformación que nos puede producir estrés
Mantener una red social constante para pasar un buen momento
Aprender a reconocer que necesitamos ayuda y no esperar hasta que la situación se complique.

¿El uso de mascarillas retiene oxígeno y dióxido de carbono?

En el video, la presunta fisioterapeuta indica que en la actualidad hay personas que tienen hongos en su cavidad respiratoria por usar la mascarillas y que los neumólogos lo saben. También, dice que hay bacterias que son parte de tu cuerpo y que son degradados gracias al oxígeno, pero ahora eso no pasa porque los tapabocas impiden el ingreso de este.

“Está limpio (la mascarilla), sí, está limpio, pero ponle en un microscopio y vas a ver cuántas bacterias, ácaros y hongos tienes. Eso te lo estás inhalando, independientemente del CO2 (dióxido de carbono). Estás tomando oxígeno reciclado. Sabes qué pasa cuando no ingresa oxígeno al cerebro, hay hipoxia”, alerta.

Sin embargo, Antonio Tokumoto, neumólogo y expresidente de la Sociedad Peruana de Neumología, dijo a Verificador que hasta ahora los cubrebocas no presentan problemas de retención de oxígeno ni causan hipoxia o hipercapnia (retención de dióxido de carbono) porque su material permite el libre tránsito de gases. “Las mascarillas fueron hechas para proteger a las personas”, sentenció.

Aseguró que los tapabocas son sobre todo para aquellos que están en reposo, pero no para los que practican ejercicios extremos, ya que estos pueden verse “incómodos”. “Los requerimientos de fuerza (y) los requerimientos de cantidad de oxígeno durante este ejercicio aumentan. (Ellos) van a sentir que les falta el aire y que su rendimiento no es como antes, pero no es que se vayan a desmayar en el camino. Es una cuestión leve. Lo que tiene que hacer es disminuir la intensidad del ejercicio o pararse para recuperar su aliento”, afirmó.

El neumólogo sostuvo que la contaminación de mascarillas con hongos, bacterias u otros gérmenes, tiene que ver más con el mantenimiento de estas porque hay algunas para desechar y otras para rehusar. Además, precisó que si nuestros microorganismos se quedan en los tapabocas no nos dañarán, ya que ellos vivieron dentro de nuestro cuerpo y nunca produjeron daño.

Respecto a los ácaros, los cuales son parásitos, señaló que estos producen “una reacción alérgica cuando se pone en contacto con los humanos”, por lo que pueden derivar en rinitis alérgica, asma bronquial o conjuntivitis alérgica. No obstante, resaltó que esto “depende de la piel sensible de la persona” porque “los ácaros viven en todos los sitios, nadie está libre de ácaros a menos que te pongan en una burbuja”.

Así también, expertos en artículos anteriores de Verificador de La República (1, 2, 3 y 4), negaron que las mascarillas provocan hipoxia (ausencia de oxígeno), hipercapnia (retención de dióxido de carbono) o cultivo de gérmenes. El neumólogo Hebert Cuenca, miembro de la Sociedad Peruana de Neumología, declaró: “El oxígeno atraviesa el material de la mascarilla y así el aire entra y sale sin ningún problema”.

Asimismo, el infectólogo Augusto Tarazona, presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú (CMP), indicó que tanto el dióxido de carbono como el oxígeno son moléculas de gas muy pequeñas, por lo que atraviesan sin ningún inconveniente las mascarillas.

Si no saliera [el dióxido de carbono], si se acumulara, no duraríamos ni media hora porque la toxicidad por CO2 es importante”, sostuvo.

Tarazona explicó que no existen condiciones para la proliferación de gérmenes en las mascarillas y negó la posibilidad de que hongos o bacterias puedan crecer en ellas. No obstante, advirtió que su reutilización sí puede conllevar ciertos riesgos, como cuando se emplea “por mucho tiempo una mascarilla que es descartable” o al no desinfectar correctamente.

Conclusión

El estrés sí puede ocasionar la muerte en una persona, pero esto usualmente pasa cuando se combinan con otros factores. Además, este comprende estrategias para reducir los efectos de sus consecuencias. Las mascarillas te protegen y no retienen gases como el oxígeno y dióxido de carbono. Tampoco te dañan, a menos que seas alérgico. Por ello, calificamos el post como engañoso.

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