En Facebook, una imagen informó sobre los “síntomas que persisten luego de la recuperación de la COVID-19”. El post publicado el último 13 de agosto señaló varias secuelas que habrían reportado los pacientes con coronavirus: dolores en el pecho, la espalda, el abdominal; la diarrea; la náusea; la falta de aliento; la taquicardia y palpitaciones y calambres en las pantorrillas.
Verificador se enfocó en validar si los “síntomas persistentes” mencionados en el post corresponden al nuevo coronavirus.
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La investigación concluye que este contenido es cierto porque estos síntomas persistentes (o secuelas) corresponden a la COVID-19, aunque no se presentan en todos los casos. Existen varias secuelas del nuevo coronavirus que aún no se pueden definir porque la enfermedad es reciente.
Lista sobre “síntomas persistentes” tras la recuperación de la COVID-19 es cierta, pero no se cumple en todos los casos. Foto: captura en Facebook.
El presidente de la Sociedad Peruana de Neumología, Antonio Tokumoto, declaró a este medio que entre el primer día o la primera semana el paciente experimenta síntomas del coronavirus como fiebre, tos, dolores musculares, sensación de falta de aire, entre otros. Y, señaló que “la secuela es la persistencia de todos estos síntomas después de tres semanas (aproximadamente) de haber iniciado la enfermedad”.
Afirmó que los dolores musculares; la diarrea crónica; los calambres en las pantorrillas —como parte de la afectación vascular—; la náusea —producto del cuadro digestivo—;la falta de aliento, dificultad respiratoria o fatiga fácil; la taquicardia y las palpitaciones —consecuencias de los problemas vasculares— sí pueden ser secuelas de la COVID-19.
Según Antonio Tokumoto, no hay consenso en cuanto a la secuelas del coronavirus. “El virus (SARS-CoV-2) no solo ataca a los pulmones. Ataca a todo. Por eso tenemos problemas neurológicos, digestivos, cardiovasculares y musculares. Luego de las tres semanas en las que —habitualmente— duran los síntomas, puede haber una extensión de la duración de los síntomas más frecuentes como la fatiga y la agitación, dificultad para respirar o disnea”, dijo a Verificador de La República.
Entre las graves secuelas, destacó el tromboembolismo pulmonar crónico, que puede ser mortal, y la fibrosis pulmonar, que puede ser permanente debido al daño y el cambio en la estructura de los pulmones, el cual dificulta el buen funcionamiento.
“Aún no se sabe por qué uno tiene secuela y otros no. Tampoco se sabe por qué uno es asintomático o presenta un cuadro leve o grave. Depende de las personas. Es la respuesta de su propio organismo ante el virus (SARS-CoV-2) que entra”, enfatizó, añadiendo que los pacientes con comorbilidades y de una edad avanzada son quienes reaccionan de forma exagerada y son más propensos a las secuelas.
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En comunicación con este medio, el reumatólogo e inmunólogo, Armando Calvo, explicó: “Como el coronavirus es una enfermedad reciente no se conoce todo, pero conforme pasan los días se conoce más. Ahora sabemos que quedan secuelas, es decir, daños posteriores al coronavirus”.
De la misma forma, concordó que los dolores musculares, la diarrea, la náusea, entre los otros síntomas persistentes mencionados en el post, son secuelas del coronavirus. Aunque, las clasificó en tres dimensiones para comprenderlas mejor.
La primera es la fibrosis, que se caracteriza por las insuficiencias respiratoria, cardiaca, renal y pulmonar. La segunda, el síndrome post-UCI —no necesariamente está relacionado al coronavirus—, que son compromisos musculares y nerviosos luego de haber estado en unidad de cuidados intensivos-UCI. Y la última, la encefalomielitis diálgica o síndrome de fatiga crónica que es la inflamación en el sistema nervioso central, la cual genera consecuencias como la fibromialgia y el deterioro de las funciones cognitivas.
De acuerdo al inmunólogo, el 80% presenta un caso leve o asintomático. Del 20% que queda, el 15% necesita hospitalización u oxígeno y el 5% requiere UCI por manifestar cuadros severos. “Buena parte de los que han estado en UCI tendrán alguna enfermedad posterior a la COVID-19, como la falta de aire, insuficiencia respiratoria”, precisó.
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Según un artículo de la BBC, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA, por sus siglas en inglés) concluyó que, entre 143 pacientes evaluados en Italia, solo el 12,6% ingresó a UCI, pero el 87,4% reportaba la persistencia de al menos un síntoma —entre ellos, fatiga y dificultad respiratoria— más de dos meses después de ser dados de alta.
"Hemos visto una demora en la recuperación total de pacientes que estuvieron en condiciones moderadas (de la enfermedad)", contó a BBC el neumólogo João Salge, del centro brasileño Fleury.
El artículo “The Stanford Hall Consensus Statement for Post-COVID-19 rehabilitation” reconoce que la COVID-19 no solo ocasiona secuelas en el sistema respiratorio, sino a nivel cardiovascular, psicológico, musculoesquelético, neurológico, hematológicas, hepáticas, renales, hematológicos y endocrinos.
“Hay una escasez de guías basadas en evidencia con respecto a la rehabilitación después de COVID-19. Hay una necesidad para una mayor investigación sobre las secuelas de COVID-19 y el impacto a largo plazo que puede tener en las personas. La COVID-19 tiene una variedad de impactos en diferentes individuos, que van desde muy leve a síntomas graves que requieren ingreso en la UCI”, se lee en sus recomendaciones para pacientes.
El neumólogo Rubén Huamán, quien trabaja en el Hospital Almenara, señaló que el post es de su autoría y que al señalar ‘síntomas persistentes” se refiere a las secuelas. “Son síntomas que a diario vemos. Son de los pacientes del Hospital del Almenara”, dijo a este medio.
Asimismo, precisó que estos ‘síntomas persistentes’ no se presentan en todas las personas, porque depende del paciente y del daño pulmonar que presentó. “La mayoría de los pacientes presentan tos pequeña, dolor de cabeza. Eso puede durar hasta 3 meses”, contó.
El post es cierto porque los “síntomas persistentes” señalados corresponden a los pacientes que han tenido COVID-19. No obstante, es importante precisar que estas secuelas no son las únicas, existen varias y cada vez se conocen nuevas ya que la enfermedad es reciente. Además, no se presentan en todos los casos ya que dependerán de los pacientes.
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