La falla Tambomachay, que se localiza al norte del Cusco, fue mencionada en numerosas publicaciones en Facebook durante esta semana y en medio de sismos, que fueron registrados en ciudades sureñas del departamento, como Lucre, Andahuaylillas y otras, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
En ese escenario, se ha difundido un "reciente análisis" que reveló que la reactivación de esta estructura geológica provocaría un terremoto de hasta 7.4 grados. Atribuyen esta conclusión al Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), el organismo del Ministerio de Energía y Minas (Minam), en cuyas funciones está investigar las fallas. Pero se trata de una información sacada de contexto.
“¿Se avecina un terremoto? Estudios muestran que la falla Tambomachay tiene el potencial de originar un sismo de 7.4 grados”, señala una publicación del 6 de mayo. “Falla Tambomachay está activa y podría provocar un sismo de magnitud 7 en Cusco”, asegura otro post. Este tipo de contenidos, que en algunos casos se exponen como una noticia de “último minuto”, atribuye este anuncio al Ingemmet, específicamente, a una evaluación especializada de su autoría.
Es importante enfatizar que este artículo está evaluando si Ingemmet dio esa comunicación recientemente sobre esta fractura geológica ubicada en Cusco, en donde se han generado devastadores terremotos en los años 1650, 1950 y 1986. .
Desinformación sobre la falla Tambomachay en Cusco y el Ingemmet. Foto: capturas en Facebook.
En principio, el estudio —al cual aluden las publicaciones— fue divulgado en 2022 y se titula “Expresión geomorfológica de tectónica activa y paleosismología en el Cusco: caso falla Tambomachay”. Ninguno de los post analizados aclara que esa investigación fue dada a conocer en ese año a través de una nota de prensa, difundida el 30 de marzo. De hecho, varias palabras utilizadas en este texto fueron replicadas en esos escritos de Facebook. Algunos, inclusive, copiaron ese mismo resumen.
Entre los objetivos de aquella, se encontraba “evaluar el peligro sísmico” si se produce una reactivación de esta estructura tectónica. En ese sentido, como parte de las conclusiones, se determinó lo siguiente: “El análisis y la fotointerpretación de imágenes obtenidas por diferentes sensores remotos, permitió determinar para la falla Tambomachay una longitud de ruptura superficial de ~ 43 km. A partir de este resultado, se calculó una magnitud máxima posible de 7.01 Mw”. Es decir, tampoco era de 7.4, como aseguraban algunas versiones virales. Además, se trató solo de una estimación.
No obstante, el último 6 de mayo, Ingemmet publicó en Facebook un reporte de prensa de un día antes sobre estos últimos movimientos registrados en Cusco y Apurímac. “Sismos registrados al sur del Perú están relacionados a fallas geológicas activas”, tituló.
El Ingemmet difundió un reporte de prensa del 5 de mayo del 2024. Foto: captura en Facebook / Ingemmet.
En el caso cusqueño, se refirió a las vibraciones de la tierra producidos en las dos últimas semanas. Informó que tras un análisis concluyó que estos eventos están asociados “con la reactivación del Sistema de Fallas Zurite-Cusco-Urcos-Sicuani; el cual, junto a otros sistemas, está ubicado adyacentemente de la ciudad del Cusco”. Agregó que anteriores estudios expusieron que estas estructuras “son capaces de generar sismos superiores a 6 Mw”.
En ese sentido, citó tres investigaciones, entre ellas, el informe del 2022 que evaluó específicamente a Tambomachay. En esa línea, adjuntó “Neotectónica y Peligro Sísmico en la región del Cusco”, y “Caracterización morfoestructural y paleosismología del sistema de fallas Pachatusan – Cusco”. Indicó que estos documentos son gravitantes “para la gestión del riesgo de desastres y los planes de ordenamiento territorial” a fin de “salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población”. En otras palabras, para el organismo, su información no está desfasada y sirve para abordar esas materias.
Documento del 2022 que habla sobre la falla Tambomachay. Foto: captura en web / Ingemmet.
No obstante, en dicho reporte de mayo, Ingemmet no menciona a la falla Tambomachay para asociarla con los últimos movimientos telúricos. En comunicación con Verificador, el ente corroboró que esta estructura geológica no está relacionada con esos eventos. “La sismicidad que se ha registrado desde el 16 de abril en la región del Cusco se distribuye a lo largo del Sistema de Fallas Zurite-Cusco-Urcos-Sicuani, el cual incluye fallas prominentes como Qoricocha, Tambomachay, Cusco, Pachatusan y Urcos. Sin embargo, la ubicación de los recientes sismos se muestra más cercana a las Fallas Qoricocha, Pachatusan y Urcos”, alegó desde su área de prensa mediante WhatsApp.
Asimismo, señaló que el estudio del 2022 “plantea importantes consideraciones para mantener informada a la población sobre el peligro sísmico asociado a fallas corticales, pero es importante evitar generar pánico innecesario”. También, sostuvo que si ocurre una reactivación del Tambomachay, no necesariamente producirá “la magnitud especificada en el estudio”. “La predicción exacta de la magnitud de un sismo es difícil debido a la complejidad del proceso (...) no se puede asegurar con certeza la magnitud de un evento sísmico futuro”, aclaró.
Por su parte, el geólogo y PhD en Ciencias de la Tierra, Patricio Valderrama, indicó a este medio que los sismos, producidos en abril e inicios de mayo, no se generaron por la reactivación de la falla Tambomachay. Esta afirmación también fue expuesta en su cuenta de TikTok hace dos días.
Explicó que esta estructura geológica se halla en la zona norte del departamento del Cusco. Según el investigador, esas vibraciones ocurrieron en ciudades sureñas, como Andahuaylillas, por lo que esos eventos estarían vinculados más a otra falla llamada Pachatusan.“Todo parece indicar que que los sismos son por una liberación de energía de esa falla, no de la Tambomachay”, enfatizó Valderrama, quien fue director ejecutivo del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrológica (Senamhi).
Acotó, también, que esta fractura se encuentra muy cerca a la ciudad del Cusco y ahí no se registró ningún sismo. “La falla Tambomachay pasa pegadito al Cusco. La ciudad del Cusco está a la derecha y la falla Tambomachay pasa por la izquierda. Pasa muy pegadito. Entonces, un temblor de magnitud 4, de magnitud 5, tiene la suficiente energía para destruir la ciudad del Cusco. Así pasó en 1950, en 1986. Por lo tanto, no se puede tocar así tan a la ligera el tema de la falla Tambomachay”, puntualizó. El especialista comentó que el asunto de esta fractura geológica aún es muy sensible para la población cusqueña por aquellos siniestros.
Mapa obtenido del documento del 2022. Se agregó solo las señaléticas de color verde. Foto: captura en informe titulado “Expresión geomorfológica de tectónica activa y paleosismología en el Cusco: caso falla Tambomachay”.
Cuando preguntamos si la energía que generaría Tambomachay podría extenderse hacia el sur, él respondió: “No. Las fallas son una línea, una superficie de rotura que ocurre en un determinado espacio geográfico. Entonces, la liberación de la energía es de esa estructura, no puede contagiar a las otras y mucho menos en polos opuestos”. Dijo que ese contagio de energía puede ocurrir en la falla de San Andrés porque sus ramales son muy contiguos y corresponden a un solo sistema.
Finalmente, en una entrevista con la Agencia Andina, publicada el último 30 de abril, el presidente del IGP, Hernando Tavera, asoció el sismo en Andahuaylillas (ciudad al sur del Cusco) con Tambomachay y Pachatusan. Verificador solicitó la precisión respectiva a su área de prensa pero, hasta el momento, no han respondido.
El Ingemmet no determinó en mayo de este año que la falla Tambomachay podría provocar un terremoto de magnitud 7.4. El estudio en cuestión fue publicado en 2022 y expuso que su reactivación puede generar una vibración de 7.01. No obstante, en el último reporte sobre los recientes sismos en el sur del Cusco, la autoridad no asoció el origen a la fractura geológica mencionada. De acuerdo al ente, no es posible predecir la magnitud exacta de un movimiento telúrico en un determinado espacio y tiempo. Por ello, calificamos estas publicaciones como imprecisas.
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