En los últimos días, se hizo viral una supuesta noticia que afirma que tres científicos de Harvard revelaron en un estudio la fecha exacta del fin del mundo: “Esta sería el 13 de noviembre de 2026”.
La investigación efectivamente existe. Se llama “Doomsday: viernes 13 de noviembre de 2026. En esta fecha la población humana se aproximará al infinito si crece como lo viene haciendo en los últimos dos milenios”. Fue publicada en 1960 en la revista Science y está firmada por Heinz von Forester, Patricia M. Mora y Lawrence W. Amiot.
Sin embargo, varias afirmaciones que hacen apoyándose en ella son falsas y engañosas.
¿Científicos de Harvard aseguraron que el fin del mundo será en 2026? Falso. Esta es una captura de una de las notas tendenciosas. Foto: captura de la web
El artículo propone que, si la población crece con el mismo ritmo que lo ha venido haciendo durante los últimos dos milenios (desde el año cero hasta 1958), aproximadamente en 2026 el número de humanos tenderá al infinito y dejaremos de existir por falta de espacio.
De ahí la curiosa frase de la que varios medios han hecho eco: “Nuestros tataranietos no se morirán de hambre, pero serán exprimidos hasta la muerte”.
Sin embargo, existen múltiples deficiencias en él que, con el paso de los años (fue publicado en 1960), se han hecho visibles, reseñadas más adelante.
En primer lugar, no se trata de científicos de Harvard. El estudio, publicado en la edición 3.436 de la revista Science, explica que los tres autores son investigadores en el Departamento de Energía Eléctrica de la Universidad de Illinois.
Esta misma información se puede encontrar en la versión en línea del paper, en la misma web de Science. Solo basta darle clic a “Información de autores y afiliaciones”.
¿Científicos de Harvard aseguraron que el fin del mundo será en 2026? Falso. Foto: composición LR/Science
Harvard tampoco está a cargo de la revista Science o de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que se ocupa de publicarla. No hallamos referencia alguna a este tipo de vinculación en los portales de las instituciones.
Por último, no encontramos registros que vinculen a los autores del paper con Harvard. Ningún motor de búsqueda ―ni Google ni Yandex ni Bing― arrojó resultados que relacionen a los investigadores con la institución académica (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9).
Los perfiles de Researchgate de los tres (Heinz von Forester, Patricia M. Mora y Lawrence W. Amiot) tampoco refieren que hayan hecho alguna investigación vinculada con Harvard. En los portales de la universidad sucede lo mismo.
Algunas de estas “noticias” sobre “el fin del mundo” relacionan solo a Heinz von Foerster ―el más conocido de los tres― con la institución. Sin embargo, la biografía del científico no menciona en ningún momento que este haya trabajado o hecho investigaciones para Harvard.
El estudio, como ya mencionamos, data de 1960. Por tanto, afirmar que científicos “revelan”, “predicen”, “aseguran” ―todos estos verbos en presente―, es incorrecto y desinforma.
Asimismo, si bien la propia investigación indica en su título que el fin del mundo podría llegar el 13 de noviembre de 2026, en el cuerpo se explica que existe un amplio margen de error para el cálculo.
Específicamente, el resultado original es 2026,87 +/- 5,5 años. Es decir, que la predicción se sitúa entre mayo de 2021 y mayo de 2032, y no en una fecha exacta.
Como señalamos, existen múltiples deficiencias en él. En primer lugar, la proyección que hace del crecimiento poblacional no tiene sentido si es llevada años antes de Cristo.
En el estudio, los autores manifiestan que, si se sigue su modelo, un millón de años atrás deberían haber existido unas 200.000 personas. No obstante, se sabe que el primer ser humano surgió hace aproximadamente 200.000 años.
Los mismos investigadores resaltan esta contradicción:
“Si se quisiera encontrar a la primera persona viva, el hipotético ‘Adán’ (siguiendo esta proyección), sería hace 200.000 millones de años. Las especulaciones más locas fijan el inicio del universo hace 24.000 millones de años”.
Autores del estudio “Doomsday: viernes 13 de noviembre de 2026…”.
En siguientes ediciones de la revista, el estudio enfrentó críticas de otros investigadores. En el número 3.456, publicado en marzo de 1961, J. Robertson, V. Bond y E. Cronkite explican que se cometió un error para desarrollar las fórmulas: no considerar los aproximadamente 270 días de embarazo del ser humano.
Por su parte, W. E. Howland señala que es una equivocación grave suponer sin más que, a medida que crece la población, la tasa de crecimiento crecerá con ella, acelerando demasiado este factor.
En la edición 3.468 de Science, Ansley J. Coale le hace múltiples cuestionamientos al estudio. Quizás el más importante es que este supone que la densidad poblacional (personas por m²) está asociada a una mayor tasa de crecimiento y a un mejor control de las necesidades, cuando la evidencia sugiere todo lo contrario.
Por último, cabe resaltar que, a tres años de la supuesta fecha del apocalipsis, estamos bastante lejos de alcanzar niveles inmanejables de humanos en la Tierra.
La supuesta noticia de que científicos de Harvard han revelado que el fin del mundo será en 2026 es falsa. Da datos incorrectos y engañosos sobre un artículo publicado en 1960. En primer lugar, el estudio ni los autores tienen relación alguna con Harvard. En segundo lugar, toma en presente una investigación de hace 60 años. Por último, el paper académico ha recibido múltiples críticas.
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