El último 10 de mayo, el Gobierno declaró en estado de emergencia 20 regiones por casos de dengue en Perú. En total, son 226 jurisdicciones distritales de nuestro país donde aplica la medida. En Lima, el dengue está presente en todos los distritos, excepto Magdalena del Mar, según lo aseverado por la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez.
Investigaciones científicas, organismos internacionales de salud (1, 2, 3) y especialistas consultados por Verificador concluyen que es casi imposible que existan contagios por dengue que no se deban a la picadura de un mosquito infectado. Y, en ciertos casos, a la exposición de tu sangre al virus.
Por tanto, una persona que esté cerca de un contagiado, que lo atienda, viva con él, lo visite, sea su pareja o familiar no va a infectarse con la enfermedad a menos que lo pique un zancudo contagiado. Así lo manifestaron los expertos Leslie Soto, infectólogo especialista en enfermedades tropicales, y Carlos Medina, jefe de la Oficina de Epidemiología y Salud Ambiental del Hospital Cayetano Heredia.
De acuerdo con los especialistas, el factor fundamental para la expansión de esta afección son los vectores. Esto es insectos que propaguen el virus. A nivel mundial, los dos mosquitos que se encargan de transmitirlo son los aedes aegypti y aedes albopictus. Sin embargo, en Perú —como en toda América— el principal causante, conocido popularmente como ‘el mosco del dengue’ es el aedes aegypti.
Mosquito aedes aegypti picando a una persona. El dengue en Perú se ha multiplicado este año. Foto: CDC
La picadura de este artrópodo es la principal causa —y casi la única— de infección. De acuerdo a Carlos Medina, esto se debe a que en esta parte del mundo, el virus ha conseguido instalarse mejor en ese insecto. Además, este bicho se ha adaptado a la vida en la urbe y suele residir en las casas, donde pone sus huevecillos en cualquier recipiente con agua, como baldes, macetas, etc. El aedes albopictus en cambio, está un poco más acostumbrado a la vida silvestre.
Otras maneras más raras de infectarse es a través del trasplante de órganos y transfusión de sangre, así como pincharse con una aguja u cortarse con objetos contaminados con la enfermedad. Por último, existen algunos casos de transmisión de madre a hijo poco antes y después del parto.
Carlos Medina señala que solo existen dos reportes científicos de posibles casos de contagio a través relaciones sexuales. El virus, además, ha sido hallado en medidas mínimas en saliva, secreciones vaginales, semen, orina y otros fluidos.
En el mundo, actualmente existen dos vacunas contra el dengue. La primera, Dengvaxia, ha sido producida por la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur. Su uso ha sido aprobado por la Unión Europea y por Estados Unidos. En ambas jurisdicciones, el requisito principal es ya haber padecido de esta enfermedad, puesto que una persona vacunada que no ha sido infectada antes corre mayor riesgo de desarrollar dengue grave. Su eficacia para la prevención de la afección ronda el 80%.
Por su parte, la segunda, Qdenga, es de la farmacéutica japonesa Takeda. De momento, no ha sido aprobada en Estados Unidos, pero sí en la Unión Europea. Todavía no se ha reportado alguna contraindicación tan severa como con Dengvaxia.
Según declaraciones de la propia ministra de Salud, en Perú no se está aplicando ninguna de estas vacunas debido a que no han sido admitidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Dengvaxia, vacuna contra el dengue aprobada en la Unión Europea y Estados Unidos. No ha sido aprobada la vacuna contra el dengue en Perú Foto: Fundación IO
Es más posible que desarrolles un cuadro grave de dengue si te vuelves a contagiar con un serotipo distinto a tu primera infección. Un serotipo es una subpoblación de un virus. Para el dengue, han sido confirmados cuatro: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4.
Cuando adquirimos esta afección, nuestro organismo desarrolla anticuerpos solo en contra de ese serotipo, dejándonos vulnerables contra otros. No solo eso, sino que durante la reinfección, actúa contra esta de manera intensa y equivocada, pensando que se trata del mismo agente y exacerbando los síntomas.
De acuerdo a Carlos Medina, si uno se recontagia con un serotipo distinto al de tu primera infección, existe un riesgo mayor de desarrollar dengue grave: entre 12 y 14% más. Asimismo, mientras mayor tiempo pase entre una infección y otra, mayor es el peligro.
Algunos de los síntomas del dengue grave son hemorragias en las encías o la nariz, respiración acelerada, dolor abdominal intenso, vómitos o heces con sangre, entre otros.
Según la Sala Situacional del Dengue del ministerio de Salud, en 2023 se han reportado 35.880 casos de dengue confirmados, así como 36.283 que son probables. La suma de ambas cifras (72.163) duplica las de 2022 (34.184) y recién vamos en el quinto mes del año.
Para Leslie Soto, el incremento de casos responde principalmente a dos factores muy relacionados con el fenómeno de El Niño: 1) el aumento de la temperatura, que ha ampliado las zonas en las que vive el mosquito y acelerado su proceso de maduración. Y 2) el incremento de lluvias, que ha multiplicado los lugares en los que este mosquito puede poner sus huevos.
“Ahora hay mayor espacio para poner más huevecillos, menos tiempo de reproducción, mayor cantidad de zancudos y más áreas en la que están estos presentes”, asegura el especialista.
Es extremadamente difícil contraer dengue por otra vía que no sea a través de la picadura de un mosquito infectado. La literatura científica, organizaciones internacionales de salud y expertos concluyeron en esto. Existe muy poca documentación de estos casos. Tener contacto con una persona infectado no establece riesgo de contagio.
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