“En Tailandia, cuando un hombre intenta violar o viola a una mujer, se le castra físicamente”, señala en un video Cristina Seguí, cofundadora del partido de ultraderecha español Vox. El clip, que es un extracto de su intervención del último 30 de marzo en el programa Opina Cat, de TV8, ha sido ampliamente compartido en plataformas como Twitter, Instagram y Tiktok, y acumula a la fecha más de 20.000 interacciones.
Sin embargo, lo dicho es incorrecto. En Tailandia, no existe ninguna pena que imponga castración física sobre abusadores sexuales o aquellos que lo intenten. La ley, en cambio, permite que los sentenciados por este delito puedan acceder a un tratamiento hormonal para “prevenir que lo vuelvan a hacer”. A esto se le conoce como 'castración química'. A cambio, se ofrece reducciones de pena.
El último 23 de enero, entró en vigor en el Reino de Tailandia la Ley de Medidas para Prevenir la Reincidencia en los Delitos Sexuales o Violentos, o B.E. 2565, que habilita que ciertas personas sentenciadas por abuso sexual, homicidio, lesiones graves y secuestro puedan acceder un tratamiento mediante inyecciones que inhibirían su deseo y/o sus niveles de testosterona.
La posibilidad de aplicar a la medida debe ser determinada antes por una junta. La aplicación de las drogas usadas está explícitamente supeditada a la solicitud del reo. Es decir, es estrictamente voluntaria y no impuesta. Además, los postulantes necesitan pasar por la evaluación de dos especialistas antes de que se les apruebe: un psiquiatra y un médico interno.
Esta manera de prevenir la reincidencia de los abusadores sexuales es conocida en muchos países como ‘castración química’ y ya ha sido aplicada en algunos como Polonia, Corea del Sur, Estonia y estados de los EE. UU.
De acuerdo a información del Departamento Correccional de Tailandia, citada por Thaiger, de los 16.413 delincuentes sexuales de ese país liberados de prisión entre 2013 y 2020, 4.848 han vuelto a cometer esta clase de delitos.
La ‘castración química’ es una de las varias medidas decretadas en esta ley para evitar delitos, sobre todo, de tipo sexual. Las disposiciones más importantes son la creación de un comité para evaluar los casos, así como para hacer constantes recomendaciones al gobierno sobre políticas en torno a esta problemática.
De igual modo, se aboga por la vigilancia a través de distintos métodos por un máximo de 10 años de personas que se estime que podrían incurrir de nuevo en estos crímenes, así como su impedimento de salida del país e, incluso, su detención bajo determinados contextos por no más de siete días como método preventivo y otros.
A través del periodista tailandés de verificación de datos Peerapon Anutarasoat, le dirigimos la pregunta sobre la existencia de la pena de castración física en Tailandia a Chinnawit Jinda Taemkaeo, quien ocupara distintos cargos en el Tribunal Supremo de ese país, entre ellos, presidente de la Sala Penal de Personas con Cargos Políticos.
El exmagistrado nos explicó que, en los 100 años que tiene el Código de Leyes de Tailandia, jamás ha existido tal castigo.
Conducimos búsquedas mediante palabras clave en inglés y tailandés en buscadores (1, 2, 3, 4, 5, 6), y en los órganos oficiales de gobierno del país asiático (1, 2). No hallamos resultado alguno que indicara que en esa nación se aplique tal castigo.
Peerapon, quien es líder del Sure And Share Center (MCOT), medio de fact check como Verificador, también condujo una búsqueda, con los mismos resultados.
En noviembre de 2022, un juzgado de Madrid condenó a Seguí a pagarle una indemnización de 6.000 euros al exministro de Fomento español José Luis Ábalos por publicar una serie de tweets vejatorios y difamatorios en contra de él.
Seguí afirmó, por ejemplo, que Ábalos llevaba 45 años comprándose doctorados en Hispanoamérica.
Verificador contactó con la política española para preguntarle de dónde había obtenido la información sobre la supuesta castración física en Tailandia y si no había 'googleado' la información antes de ello. Ella respondió así: “No tengo nada que aclarar”.
En Tailandia, no existen penas que impongan la castración física a violadores o personas que intenten cometer este crimen. Así nos lo confirmaron un ex alto magistrado y un periodista verificador del país asiático. Desde enero, rige una ley que otorga reducciones de cárcel a los condenados por delitos sexuales que decidan seguir un tratamiento, que reduciría su testosterona y/o deseo sexual. Este procedimiento es conocido como 'castración química'. Calificamos la información como engañosa.
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